El cometa descubierto en 2023, conocido como el “cometa del siglo”, será visible desde la Tierra a finales de este año. Este evento astronómico es muy esperado por los aficionados a la observación del cielo, ya que cuando un cometa se acerca a la Tierra, su cola se extiende por kilómetros, ofreciendo imágenes impresionantes que atraen a muchas personas.
El cometa más famoso, el cometa Halley, pasa cerca de la Tierra cada 75 años, siendo su última aparición entre 1985 y 1986, aunque fue poco visible debido a la posición de la Tierra. Sin embargo, varios cometas se acercan cada año y pueden observarse desde distintas partes del mundo.
El cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan–ATLAS), conocido como el “cometa del siglo”, será visible a simple vista entre septiembre y octubre de este año, especialmente en el hemisferio sur. Su máximo acercamiento ocurrirá alrededor del fin de semana del 11 de octubre. Este cometa, que pasa cerca de la Tierra cada 80 años, es un fenómeno raro que se puede ver aproximadamente una vez por siglo.
Los cometas son cuerpos astronómicos compuestos de hielo y roca que se acercan al Sol, donde algunos de sus componentes se subliman, creando una o dos colas de gases ionizados empujados por el viento solar y la radiación del Sol. Estos cometas se originan en las regiones más remotas del Sistema Solar, como el Cinturón de Kuiper y la Nube de Oort.
Tienen trayectorias elípticas alrededor del Sol, a diferencia de los planetas, cuyas órbitas son más circulares. Los cometas ofrecen valiosa información sobre la formación de los planetas más distantes del Sol debido a su origen en las partes extremas del Sistema Solar.
La Nube de Oort, una región ubicada a aproximadamente un año luz del Sol, es considerada como uno de los posibles puntos de origen de los cometas. Esta área está formada por rocas congeladas debido a la falta de calor, y marca el límite del Sistema Solar con el espacio interestelar.
La Nube de Oort surgió como una explicación para el origen y la trayectoria de los cometas con alta excentricidad. Se cree que la interacción del Sistema Solar con estrellas cercanas provoca perturbaciones gravitacionales que lanzan rocas congeladas hacia el interior del Sistema Solar, formando cometas.
El “cometa del siglo”, descubierto en enero de 2023 por astrónomos del Observatorio de la Montaña Púrpura, comenzó a llamar la atención después de ser observado en febrero por el Observatorio Sutherland. A medida que se acercaba a la Tierra, se detectó una fuerte emisión de cianuro. El cometa fue monitoreado globalmente, y en julio ya se podía ver su cola en las fotografías. Su sobrenombre se debe a su período de 80 años, lo que lo hace visible casi una vez por siglo, similar al cometa Halley.