Después de 30 años en órbita, las operaciones de la misión de la nave espacial Geotail, de la NASA y la JAXA, han concluido tras el fallo del registrador de datos de la nave espacial.
Desde su lanzamiento el 24 de julio de 1992, Geotail orbitó la Tierra y ha recopilado un inmenso conjunto de datos sobre la estructura y la dinámica de la magnetosfera, la burbuja magnética protectora de la Tierra. Geotail estaba originalmente programada para una ejecución del programa de cuatro años, pero la misión se prolongó varias veces debido a la alta calidad de los datos que nos llegaban, que han contribuido a más de mil publicaciones científicas.
Si bien una de las dos grabadoras de datos de Geotail falló en 2012, la segunda siguió funcionando hasta que experimentó una anomalía el 28 de junio de 2022. Después de que fallaran los intentos de reparar la grabadora de forma remota, las operaciones de la misión finalizaron el 28 de noviembre de 2022.
“Geotail ha sido un satélite muy productivo y fue la primera misión conjunta de la NASA y la JAXA”, dijo Don Fairfield, científico espacial emérito del Goddard Space Flight Center de la NASA en Greenbelt (Maryland) y primer científico del proyecto Geotail de la NASA, hasta su retiro en 2008. “La misión hizo contribuciones importantes a nuestra comprensión de cómo el viento solar interactúa con el campo magnético de la Tierra para producir tormentas magnéticas y auroras”.
Con una órbita alargada, Geotail navegó a través de los límites invisibles de la magnetosfera, recopilando datos sobre el proceso físico para ayudar a comprender cómo el flujo de energía y partículas del Sol llega a la Tierra. Geotail logró muchos avances científicos, incluido ayudar a los científicos a comprender la velocidad a la que pasa el material del Sol a la magnetosfera, los procesos físicos en juego e identificar oxígeno, silicio, sodio y aluminio en la atmósfera lunar.
La misión también ayudó a identificar la ubicación de un proceso llamado reconexión magnética, que es un importante transportador de material y energía del Sol a la magnetosfera y uno de los instigadores de la aurora. Este descubrimiento abrió el camino para la misión Magnetospheric Multiscale, o MMS, que se lanzó en 2015.
A lo largo de los años, Geotail colaboró con muchas de las otras misiones espaciales de la NASA, incluidas MMS, Van Allen Probes, Time History of Events e Macroscale Interactions during Substorms mission, Cluster y Wind. Con una órbita que lo llevó a veces hasta casi 200.000 kilómetros de la Tierra, Geotail ayudó a proporcionar datos complementarios de partes remotas de la magnetosfera para brindar a los científicos una imagen completa de cómo los eventos observados en un área afectan a otras regiones. Geotail también se combinó con observaciones desde la superficie para confirmar la ubicación y los mecanismos de cómo se forman las auroras.
Aunque Geotail ha terminado de recopilar nuevos datos, los descubrimientos científicos no han terminado. Los científicos continuarán estudiando los datos de Geotail en los próximos años.
Edición: R. Castro.