Primer lanzamiento de Artemis I

El cohete del Space Launch System (SLS) de la NASA, con la nave espacial Orión a bordo, está sobre un lanzador móvil en High Bay 3 del Vehicle Assembly Building. En esta imagen, tomada el miércoles 16 de marzo de 2022, el personal de medios instaló cámaras remotas para capturar el primer lanzamiento en el  Launch Complex 39B del Kennedy Space Center de la NASA, en Florida. Antes de la prueba de vuelo del Artemis I de la NASA, el cohete SLS completamente apilado e integrado y la nave espacial Orión, se someterán a una prueba general para verificar los sistemas y practicar los procedimientos de la cuenta atrás para el lanzamiento.

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Edición: R. Castro.

La nave espacial Juno de la NASA consigue una imágen de las lunas Ío y Europa de Júpiter

La misión Juno de la NASA capturó esta imagen el 12 de enero de 2022, en la que se observa el hemisferio sur de Júpiter. Se tomó durante el sobrevuelo cercano número 39 de la nave espacial al planeta.

En la parte derecha de la imagen, aparecen dos cuerpos: las intrigantes lunas Ío (izquierda) y Europa (derecha).

Ío es el cuerpo con mayor actividad volcánica del sistema solar; Europa esconde bajo su superficie helada un océano global de agua líquida.

En septiembre de 2022, cuando la nave espacial realice el sobrevuelo más cercano (en décadas) a la enigmática luna Europa, Juno tendrá la oportunidad de capturar imágenes mucho más detalladas, utilizando varios de los instrumentos científicos que conforman la nave espacial. La misión también se acercará a Ío a finales de 2023 y principios de 2024.

En el momento en que se tomó esta imagen, la nave espacial Juno estaba a unos 60.000 kilómetros de las cimas de las nubes de Júpiter, a una latitud de unos 50 grados sur. La científica aficionada Andrea Luck creó la imagen utilizando datos no procesados del instrumento JunoCam.

Las imágenes sin procesar de JunoCam están disponibles para que el público las examine y las procese en productos de imágenes aquí.

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El Telescopio Espacial Roman de la NASA podrá ayudar a encontrar planetas similares a la Tierra

Un equipo de científicos descubrió que el telescopio espacial Nancy Grace Roman de la NASA será capaz de medir un tipo concreto de polvo espacial que se encuentra esparcido por docenas de zonas habitables (o las regiones alrededor de las estrellas donde las temperaturas son lo suficientemente suaves como para que el agua líquida se permanezca en las superficies de los planetas) en sistemas planetarios cercanos. Descubrir la cantidad existente de este material en estos sistemas, ayudará a los astrónomos a conocer cómo se forman los planetas rocosos y guiar así a las a futuras misiones en la búsqueda de planetas habitables.

La neblina brillante que se aprecia en el cielo en esta foto proviene del polvo zodiacal, pequeños fragmentos de escombros producidos principalmente por asteroides y cometas. Este polvo dispersa la luz solar con tanta eficacia que, visto desde lejos, es el segundo objeto más brillante de nuestro sistema solar después del Sol. El polvo exozodiacal demuestra ser un objetivo de estudio interesante, pero también presenta una gran barrera para encontrar exoplanetas. Roman medirá el polvo exozodiacal para guiar futuras posibilidades de búsqueda de planetas y aprender sobre la formación de estos.
Créditos: Ruslan Merzlyakov/astrorms.

En nuestro propio sistema solar, el polvo zodiacal (pequeños granos rocosos que resultan de la colisión de asteroides y el desmoronamiento de cometas) se extiende desde cerca del Sol hasta el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter. Visto desde la distancia, es la cosa más brillante del sistema solar después del Sol. En otros sistemas planetarios se llama polvo exozodiacal y crea una neblina que oscurece nuestra percepción de los planetas debido a que dispersa la luz de la estrella anfitriona.

“Si no encontramos mucho de este polvo alrededor de una estrella en particular, las futuras misiones podrían ver planetas con relativa facilidad”, dijo Ewan Douglas, profesor asistente de astronomía en la Universidad de Arizona, en Tucson, y autor principal de un artículo que describe los resultados. “Pero si encontramos este tipo de polvo, podemos estudiarlo y aprender una gran variedad de cosas interesantes sobre sus fuentes, como cometas y asteroides en estos sistemas, y la influencia de los planetas aun invisibles en su brillo y distribución.”

La búsqueda de polvo exozodiacal es solo un ejemplo de los posibles usos científicos del Roman’s Coronagraph Instrument . Los resultados del equipo se publican en Publications of the Astronomical Society of the Pacific.

Sujerencias de planetas no visibles

Al estudiar el polvo exozodiacal, los astrónomos pueden encontrar pistas sobre cómo son otros sistemas planetarios. La gran cantidad de escombros sugiere una alta actividad de cometas, cuantos más hay, más polvo producen. Ver el patrón de distribución del polvo, podría ofrecer datos sobre los planetas que se encuentren en órbita, ya que podrían esculpir los escombros por la acción de su gravedad y despejar caminos a través del material.

“Nadie sabe mucho sobre el polvo exozodiacal porque está tan cerca de su estrella anfitriona que generalmente se pierde en el resplandor, lo que hace que sea notoriamente difícil de observar”, dijo Bertrand Mennesson, científico adjunto del proyecto de Roman en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA en el sur de California y coautor del artículo. “No estamos seguros de qué encontrará Roman en estos otros sistemas planetarios, pero estamos emocionados de tener finalmente un observatorio que esté equipado para explorar este aspecto de sus zonas habitables”.

Roman podría usar su Coronagraph Instrument para bloquear la luz de una estrella anfitriona y hacer mediciones de la luz reflejada por el polvo del sistema, en luz visible. Los telescopios terrestres tienen muy difícil estas observaciones debido a la turbulenta atmósfera de la Tierra. “Es muy difícil bloquear una estrella centelleante”, dijo Douglas.

“El coronógrafo de Roman está equipado con sensores especiales y espejos deformables que medirán y restarán activamente la luz de las estrellas en tiempo real”, dijo John Debes, astrónomo del Space Telescope Science Institute en Baltimore y coautor del artículo. “Esto ayudará a proporcionar un nivel de contraste muy alto, cien veces mejor que el que ofrece el coronógrafo pasivo del Hubble, que es lo que necesitamos para detectar el polvo caliente que orbita cerca de su estrella anfitriona”.

Un pionero para las futuras misiones
Esta animación se aleja de nuestro sistema solar y muestra cómo la luz solar dispersada por el polvo zodiacal es más brillante que los planetas, cuando se ve desde lejos. El mismo tipo de polvo en otros sistemas planetarios, llamado polvo exozodiacal, crea una neblina similar que dificulta la detección de planetas en órbita.
Créditos: Goddard Space Flight Center de la NASA.

Mientras que otros observatorios, como el Telescopio Espacial Hubble, han observado discos de escombros fríos lejos de sus estrellas anfitrionas (a mayor distancia de sus estrellas que Neptuno del Sol), nadie ha podido fotografiar el polvo cálido en la región de la zona habitable. Si bien los proyectos anteriores de la NASA han realizado mediciones preliminares de polvo exozodiacal en zonas habitables, las imágenes de Roman serán mucho más sensibles, gracias a su coronógrafo de alto contraste y su ubicación estable en el espacio. Orbitar en el Punto 2 de Lagrange (L2), en lugar de estar en una órbita terrestre baja como el Hubble, significa que nuestro planeta no presentará un entorno tan complicado desde el cual realizar estas observaciones.

Es importante obtener imágenes del polvo que se encuentra más cerca de las estrellas anfitrionas, porque está compuesto de un material diferente al de los discos de polvo externos. Cerca de la estrella anfitriona, los granos rocosos dominan el polvo; sin embargo, más lejos, una gran parte de los granos están formados por hielo. Los desechos en cada región son creados por diferentes procesos, por lo que estudiar la química del polvo exozodiacal ofrece información que los astrónomos no pueden obtener al observar las regiones exteriores alrededor de otras estrellas.

“Al buscar este polvo, podríamos aprender sobre los procesos que dan forma a los sistemas planetarios mentras que proporcionamos información importante para futuras misiones que tienen como objetivo obtener imágenes de planetas en zonas habitables”, dijo Debes. “Al descubrir cuánto polvo exozodiacal se encuentra en la zona de posibles planetas en sistemas cercanos, podemos predecir el tamaño que requieren los futuros telescopios para ver a través de él. Las observaciones del coronógrafo del Roman podrían ofrecer un paso crucial en la búsqueda de análogos de la Tierra”.

El Telescopio Espacial Nancy Grace Roman se administra en el Goddard Space Flight Center de la NASA en Greenbelt, Maryland, con la participación del Jet Propulsion Laboratory de la NASA y Caltech/IPAC en el sur de California, el Space Telescope Science Institute en Baltimore y un equipo compuesto por científicos de varias instituciones de investigación. Los principales socios industriales son Ball Aerospace and Technologies Corporation en Boulder, Colorado; L3Harris Technologies en Melbourne, Florida; y Teledyne Scientific & Imaging en Thousand Oaks, California.

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Edición: R. Castro.

Webb de la NASA alcanza un hito de alineación, la óptica funciona con éxito

Una vez que las etapas críticas de alineación del espejo se han completado, equipo del Telescopio Espacial James Webb de la NASA, considera que el rendimiento óptico de Webb cumplirá o superará los objetivos científicos para los que se construyó el observatorio.

El 11 de marzo, el equipo del Webb completó la etapa de alineación conocida como “calibración fina“. En esta etapa clave para poner en servicio el elemento óptico del telescopio de Webb, todos los parámetros ópticos que se han verificado y probado, están funcionando a la altura de las expectativas o por encima de ellas. El equipo no encontró problemas críticos ni contaminación o bloqueos medibles en la ruta óptica de Webb. El observatorio puede recolectar la luz de objetos distantes y trasladarla a sus instrumentos.

El propósito de esta imagen era el de enfocar la estrella brillante en el centro para evaluar la alineación, pero la óptica de Webb y la NIRCam son tan sensibles que aparecen las galaxias y las estrellas que se ven en el fondo. En esta etapa de alineación del espejo de Webb, conocida como “calibración fina”, cada segmento del espejo primario se ha ajustado para producir una imagen de la misma estrella usando solo el instrumento NIRCam. Esta imagen de la estrella, que se llama 2MASS J17554042+6551277, posee un filtro rojo para optimizar el contraste visual.
Créditos: NASA/STScI.

Aún faltan unos meses para que Webb nos fascine con una nueva visión del cosmos, pero el hecho de conseguir este hito implica que el equipo confía en que el pionero sistema óptico de  Webb está funcionando correctamente.

“Hace más de 20 años, el equipo de Webb se dispuso a construir el telescopio más poderoso nunca puesto en el espacio e ideó un diseño óptico audaz para cumplir con los exigentes objetivos científicos”, dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Mission Directorate de la NASA, en Washington. “Hoy podemos decir que el diseño va a cumplir las expectativas”.

Si bien algunos de los telescopios terrestres más grandes de la Tierra usan espejos primarios segmentados, Webb es el primer telescopio con un diseño de este tipo, en el espacio. El espejo principal de 6,5 metros, es demasiado grande para caber dentro de un carenado de cohete, por lo que está formado por 18 segmentos de espejo hexagonales de berilio. Tuvo que plegarse para el lanzamiento y desplegarse una vez en el espacio para posteriormente ajustar cada espejo, con una precisión manométrica, para formar una superficie única de espejo.

“Además de permitir realizar increíbles estudios científicos, los equipos que diseñaron, construyeron, probaron, lanzaron y ahora operan a Webb, han sido pioneros en una nueva forma de construir telescopios espaciales”, dijo Lee Feinberg, gerente de elementos del telescopio óptico Webb en el Goddard Space Flight Center de la NASA, en Greenbelt, Maryland.

El Telescopio Espacial Webb de la NASA alcanza un nuevo hito, la óptica funciona perfectamente.
Créditos: Goddard Space Flight Center de la NASA
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Que la fase de calibración fina en la alineación del telescopio se haya completado, supone que el equipo ya ha alineado completamente el generador de imágenes principal de Webb, la Near-Infrared Camera, a los espejos del observatorio.

“Hemos alineado y enfocado completamente el telescopio en una estrella, y el rendimiento está superando las especificaciones. Estamos entusiasmados con lo que esto supone para la ciencia”, dijo Ritva Keski-Kuha, subdirectora de elementos óptico del telescopio Webb en el Goddard. “Ahora sabemos que hemos construido el telescopio correcto”.

Este nuevo “selfie” se creó utilizando una lente de imagen de pupila especializada ubicada dentro del instrumento NIRCam, que se diseñó para tomar imágenes de los segmentos del espejo primario en lugar de imágenes del cielo. Esta configuración no se usa durante las operaciones científicas, se usa estrictamente con motivo de ingeniería y alineación. En esta imagen, los 18 segmentos del espejo primario de Webb, aparecen recolectando luz de la misma estrella al unísono.
Créditos: NASA/STScI.

Durante las próximas seis semanas, el equipo continuará con las etapas restantes de alineación  antes de los preparativos finales del instrumento científico. El equipo alineará aún más el telescopio para incluir el Near-Infrared Spectrograph, el Mid-Infrared Instrument, y el Near InfraRed Imager and Slitless Spectrograph. En esta fase del proceso, un algoritmo evaluará el rendimiento de cada instrumento y calculará las correcciones finales necesarias para lograr que el telescopio se mantenga bien alineado en todos los instrumentos científicos. Después de esto, comenzará el paso de alineación final del Webb y el equipo ajustará cualquier pequeño error residual de posicionamiento en los segmentos del espejo.

El equipo terminará con todos los aspectos de la alineación del elemento óptico del telescopio a principios de mayo (si no antes), para posteriormente pasar a la preparación de instrumentos científicos. Las primeras imágenes y datos científicos de resolución completa de Webb se publicarán en el verano.

Webb es el principal observatorio de ciencia espacial del mundo y, una vez que esté en pleno funcionamiento, ayudará a resolver misterios en nuestro sistema solar, realizará observaciones a planetas distantes alrededor de otras estrellas, e investigará las misteriosas estructuras y orígenes de nuestro universo y nuestro lugar en él. El Webb es un programa internacional dirigido por la NASA con sus socios en la ESA (Agencia Espacial Europea) y la Agencia Espacial Canadiense.

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Edición: R. Castro.

La NASA añade una nueva antena parabólica gigante para comunicarse con las misiones en el espacio profundo

La nueva antena es parte de un proyecto en curso para aumentar la capacidad de la Red del Espacio Profundo, que actúa como una especie de central de comunicaciones interplanetarias, y esta antena es la decimocuarta de la red.

La familia de gigantes antenas de la NASA tiene un nuevo y poderoso miembro. Estas antenas permiten a los ingenieros y científicos en la Tierra comunicarse con el creciente número de naves espaciales que exploran nuestro sistema solar.

Créditos: Carolina Gutiérrez Rama.

Llamada Estación del Espacio Profundo 53 (DSS-53, por sus siglas en inglés), esta antena de 34 metros de diámetro es parte de la Red del Espacio Profundo (DSN, por sus siglas en inglés) de la NASA. La antena ya está en funcionamiento en las instalaciones de la red en las afueras de Madrid, España, que es uno de los tres complejos de este tipo en todo el mundo. La estación de Madrid está gestionada en nombre de la NASA por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, la organización nacional de investigación española. Para conmemorar el debut de la antena, el rey Felipe VI de España asistió a la ceremonia de inauguración, hoy 16 de marzo, junto con funcionarios y dignatarios de la NASA, de España y de Estados Unidos.

“La NASA se siente honrada y halagada de que el rey reconozca este importante hito, acompañándonos en la estación de Madrid. La inauguración de la antena DSS-53, destaca la colaboración crítica e histórica entre el Reino de España y Estados Unidos que, por medio de la Red del Espacio Profundo, continuará permitiendo a la humanidad explorar los cielos durante muchos años”, dijo Badri A. Younes, administrador asociado adjunto de Comunicaciones Espaciales y Navegación (SCaN, por sus siglas en inglés) en la sede de la NASA.

Administrada por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA, en el sur de California, para (SCaN), la DSN permite a las misiones rastrear, enviar órdenes y recibir datos científicos de naves espaciales lejanas. Ahora, con 14 antenas operativas, la red actualmente apoya alrededor de 40 misiones y se espera que respalde otras 40 misiones más que serán lanzadas en los próximos años.

Creciemiento de la Red

Con tantas misiones para apoyar ahora y en el futuro, la NASA comenzó un proyecto para expandir la DSN hace más de una década. La DSS-53 es la cuarta de las seis nuevas antenas de guía de ondas de haz  que la agencia está añadiendo a la red. Cuando se complete el proyecto, cada estación terrestre —Madrid, junto con una en Canberra, Australia, y otra cerca de Barstow, California— tendrá un total de cuatro antenas de este tipo. Juntas, las cuatro antenas son capaces de respaldar la masiva y poderosa antena de 70 metros de diámetro de cada estación. Las tres estaciones terrestres de la DSN están espaciadas casi uniformemente alrededor del mundo, por lo que la red nunca pierde de vista las misiones a medida que la Tierra gira.

Las nuevas antenas proveen una mayor capacidad para recibir información en la Tierra, como las imágenes del misterioso asteroide Psyche que serán adquiridas por la misión que lleva el mismo nombre; o los datos de la próxima misión Europa que revelarán si la luna helada de Júpiter tiene la capacidad de albergar vida tal como la conocemos.

“Esta nueva antena añade un 8% más de capacidad a la red. Esto quiere decir un 8% más de investigación científica, algo realmente significativo”, dijo Bradford Arnold, gerente del proyecto DSN en el JPL.

La antena DSS-53 actuará como un “caballo de batalla” capaz de comunicarse en las frecuencias más comúnmente utilizadas por las naves espaciales de la NASA. Su construcción comenzó en el año 2016. Un complicado proceso de puesta en marcha de dos años incluyó una fase de semanas de duración en la que los ingenieros y técnicos ajustaron individualmente cada uno de los 300 paneles reflectores de la antena parabólica, a menudo con tan solo un cuarto de vuelta de tornillo, para optimizar su rendimiento.

La nueva antena sigue a la DSS-56, que entró en línea en España a principios de 2021, haciendo que la instalación de Madrid sea la primera en haber completado su construcción, como parte de los esfuerzos para mejorar las antenas de la NASA. La quinta nueva antena, la  DSS-23, está en construcción en la instalación de la red en Goldstone, California; y se espera que entre en funcionamiento en 2025. La sexta antena estará en la instalación de la DSN en Canberra, que fue el lugar de las dos primeras antenas del proyecto, que fueron completadas en 2014 y 2016.

Más información sobre la Red de Espacio Profundo 

El precursor de la DSN fue constituido en 1958, cuando el Ejército de Estados Unidos contrató al JPL para desplegar estaciones de rastreo de radio portátiles en California, Nigeria y Singapur, para recibir telemetría del primer satélite estadounidense exitoso, el Explorer 1. Poco después de que el JPL fuera transferido a la NASA en ese mismo año, el programa espacial civil estadounidense recién formado estableció la Red del Espacio Profundo para comunicarse con todas las misiones en el espacio profundo. Ha estado en operación continua desde 1963 y sigue siendo la columna vertebral de las comunicaciones con el espacio profundo para la NASA y misiones internacionales, apoyando eventos históricos como los aterrizajes del Apolo en la Luna y estableciendo comunicaciones con nuestros exploradores interestelares, las Voyager 1 y 2.



¿Cuál es el sistema de la NASA para predecir el impacto de un pequeño asteroide?

El asteroide 2022 EB5 fue demasiado pequeño para representar un peligro para la Tierra, pero su descubrimiento supuso la quinta vez que se observa un asteroide antes de impactar en la atmósfera.

Esta animación muestra la órbita prevista del asteroide 2022 EB5 alrededor del Sol antes de su impacto en la atmósfera de la Tierra, el 11 de marzo de 2022. El asteroide, que se estima que medía unos 2 metros de ancho, fue descubierto solo dos horas antes del impacto.
Créditos: NASA/JPL-Caltech.

El 11 de marzo de 2022, un pequeño asteroide atravesó la atmósfera de la Tierra sobre el Mar de Noruega antes de desintegrarse. Este evento no fue una sorpresa: los astrónomos sabían que estaba en curso de colisión, prediciendo exactamente dónde y cuándo ocurriría el impacto.

Dos horas antes de que el asteroide impactara, K. Sarneczky, del Observatorio Piszkéstető en el norte de Hungría, informó por primera vez del pequeño objeto al Minor Planet Center, el centro (reconocido internacionalmente ) de intercambio de información de datos de posición de pequeños cuerpos celestes. El objeto se publicó en la página de objetos cercanos a la Tierra del Minor Planet Center, indicándolo para realizar más observaciones que lo confirmaran como un asteroide previamente desconocido.

El sistema de evaluación de riesgos de impacto “Scout” de la NASA tomó esas primeras medidas para calcular la trayectoria de 2022 EB5. Tan pronto como Scout determinó que 2022 EB5 iba a chocar con la atmósfera de la Tierra, el sistema alertó al Center for Near Earth Object Studies (CNEOS) y a la Planetary Defense Coordination Office de la NASA, que colgó el objeto en la página web Scout para notificar a la comunidad observadora sobre el objeto cercano a la Tierra. Respaldado por el CNEOS, en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA, en el sur de California, Scout buscó automáticamente en la base de datos del Minor Planet Center, posibles nuevos impactadores a corto plazo. CNEOS calcula todas las órbitas conocidas de asteroides cercanos a la Tierra para mejorar las evaluaciones de riesgo de impacto para la Planetary Defense Coordination Office.z

“Scout contaba con solo 14 observaciones durante 40 minutos de un observatorio cuando identificó por primera vez el objeto como un impactador. Pudimos determinar las posibles ubicaciones del impacto, que inicialmente se extendían desde el oeste de Groenlandia hasta la costa de Noruega”, dijo Davide Farnocchia, ingeniero de navegación en el JPL. “A medida que hubo más observatorios rastreando el asteroide, nuestros cálculos de la trayectoria y ubicación del impacto, se volvieron más precisos”.

El programa interactivo Eyes on Asteroids utiliza datos científicos para visualizar las órbitas de asteroides y cometas alrededor del Sol. En él, el usuario puede desplazarse en 3D con su nave espacial favorita, para explorar estos fascinantes objetos cercanos a la Tierra. Crédito: NASA/JPL-Caltech.

Scout determinó que 2022 EB5 entraría en la atmósfera al suroeste de Jan Mayen, una isla noruega a casi 470 kilómetros de la costa este de Groenlandia y al noreste de Islandia. A las 17:23 EST (2:23 p. m. PST), 2022 EB5 golpeó la atmósfera según lo predicho por Scout, y los detectores de infrasonidos confirmaron que el impacto ocurrió a la hora prevista.

Según las observaciones del asteroide, a medida que se acercaba a la Tierra, y la energía medida por los detectores de infrasonidos en el momento del impacto, se estima que 2022 EB5 tenía un tamaño de aproximadamente 2 metros. Los asteroides de este tamaño (pequeños) se vuelven lo suficientemente brillantes como para ser detectados solo en las horas previas a su impacto (o antes de que se acerquen mucho a la Tierra). Son mucho más pequeños que los objetos que la NASA le encarga a la Planetary Defense Coordination Office que detecte y advierta.

“Los diminutos asteroides como 2022 EB5 son numerosos e impactan en la atmósfera con bastante frecuencia, aproximadamente cada 10 meses”, dijo Paul Chodas, director del CNEOS en el JPL. “Pero muy pocos de estos asteroides han sido realmente detectados en el espacio y observados extensamente antes del impacto, básicamente porque son muy débiles hasta las últimas horas, y un telescopio de exploración tiene que observar cada uno en el lugar exacto del cielo, en el momento adecuado, para ser detectado.”

Un asteroide más grande con capacidad de producir un impacto peligroso se descubriría a mucha más distancia de la Tierra. El objetivo de la NASA es realizar un seguimiento de dichos asteroides y calcular sus trayectorias para tener muchos años de anticipación antes de un impacto potencial en caso de que se identificara. Este suceso con un asteroide muy pequeño permitió a la comunidad de defensa planetaria ejercitar capacidades y dio cierta confianza en que los modelos de predicción de impacto del CNEOS son altamente capaces de promover una  respuesta al potencial impacto de un objeto más grande.

2022 EB5 es solo el quinto asteroide pequeño que se detecta en el espacio antes de golpear la atmósfera de la Tierra. El primer asteroide descubierto y rastreado antes de chocar con la Tierra fue 2008 TC3, que atravesó la atmósfera sobre Sudán y se desintegró en octubre de 2008. Ese asteroide de 4 metros de ancho dispersó cientos de pequeños meteoritos sobre el Desierto de Nubia. A medida que los sondeos se vuelvan más sofisticados y sensibles, se detectarán más de estos objetos inofensivos antes de entrar en la atmósfera.

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Edición: R. Castro.

El helicóptero Ingenuity de la NASA continuará operando en la superficie de Marte

El Ingenuity Mars Helicopter se encuentra ya en su segundo año de operaciones sobre la superficie del Planeta Rojo. Recientemente ha realizado el vuelo número 21, y continúa en perfecto estado para seguir logrando hitos en ingeniería espacial.

La NASA ha extendido las operaciones de vuelo del Ingenuity Mars Helicopter hasta septiembre. En los próximos meses, la primera aeronave de la historia en operar desde la superficie de otro planeta, respaldará el próximo estudio científico del rover Perseverance, que explora el antiguo delta del río Jezero Crater. Mientras, continuará comprobando su potencial para contribuir al diseño de futuros vehículos aéreos de Marte.

El plan de extender la misión del helicóptero se ha publicado inmediatamente después del exitoso vuelo 21 de Ingenuity, el primero de al menos tres necesarios, para que el helicóptero cruce la parte noroeste de una región conocida como “Séítah” y llegue a su próxima área de preparación.

“Hace menos de un año, ni siquiera sabíamos si era posible que una aeronave pudiese realizar un vuelo controlado y propulsado en Marte”, dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Science Mission Directorate de la NASA. “Ahora, esperamos la participación de Ingenuity en la segunda campaña científica de Perseverance. Tal transformación de mentalidad en un período tan corto de tiempo es simplemente asombrosa y una de las más históricas en los anales de la exploración aérea y espacial”.

El Informe de Marte más reciente con datos de Ingenuity, junto con los rovers Perseverance y Curiosity de la agencia. Créditos: NASA/JPL-Caltech.

La nueva área de operaciones de Ingenuity es completamente diferente del terreno modesto y relativamente plano sobre el que ha estado volando desde su primer vuelo en abril del año pasado. El delta en forma de abanico de varios kilómetros de ancho y formado por un antiguo río, se eleva a más de 40 metros sobre el suelo del cráter. Está lleno de acantilados irregulares, superficies en ángulo, cantos rodados que sobresalen y recovecos llenos de arena que podrían detener a un rover en seco (o volcar un helicóptero al aterrizar). Por todo ello, el delta promete albergar numerosas revelaciones geológicas, tal vez incluso la prueba necesaria para determinar que pudo existir en Marte hace miles de millones de años, vida microscópica.

Cuando llegue al delta, las primeras tareas de Ingenuity consistirán en ayudar a determinar cuál de los dos canales secos del río debe tomar Perseverance cuando llegue el momento de subir a la cima del delta. Junto con el sistema de asistencia de ruta, los datos proporcionados por el helicóptero ayudarán al equipo de Perseverance a evaluar posibles objetivos científicos. Se podrá recurrir a Ingenuity para obtener imágenes de características geológicas demasiado lejanas (o fuera de la zona transitable del rover), o para explorar zonas de aterrizaje y sitios de almacenamiento de muestras para el programa Mars Sample Return.

El Ingenuity Mars Helicopter de la NASA obtuvo esta imagen de la parte noroeste de una región conocida como “Séítah”, utilizando su cámara a color de alta resolución durante su vigésimo vuelo, realizado el 25 de febrero de 2022.
Créditos: NASA/JPL-Caltech.

“La campaña científica del delta del río Jezero supone el mayor reto al que se enfrenta el equipo de Ingenuity desde el primer vuelo en Marte”, dijo Teddy Tzanetos, líder del equipo de Ingenuity en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA, en el sur de California. “Para mejorar nuestras posibilidades de éxito, hemos aumentado el tamaño de nuestro equipo y estamos realizando actualizaciones en nuestro software de vuelo orientado a mejorar la flexibilidad operativa y la seguridad de vuelo”.

Vuelos más altos

Varias de estas actualizaciones han conseguido la reducción de errores de navegación durante el vuelo, lo que aumenta la seguridad tanto del vuelo como del aterrizaje. Un cambio de software reciente, que ya se encuentra en el helicóptero, libera a Ingenuity de su altitud máxima previamente programada de 15 metros. Las ganancias en altitud podrían repercutir en  incrementos tanto en la velocidad durante el vuelo como en el alcance. Una segunda actualización permitirá que Ingenuity cambie la velocidad mientras vuela. Otro le permitirá comprender y adaptarse mejor a los cambios de la textura del terreno durante el vuelo. Las futuras actualizaciones de software pueden incluir la adición de mapas de elevación del terreno en el filtro de navegación y una sensibilidad para evitar riesgos de aterrizaje.

Antes de que pueda comenzar el reconocimiento aéreo del delta, Ingenuity debe realizar su viaje al área. Programado para no antes del 19 de marzo, el próximo vuelo de Ingenuity será un viaje complejo, de unos 350 metros de largo, que incluye un giro importante en curso para evitar una gran colina. Después, el equipo determinará si se necesitarán dos o tres vuelos más, para completar el cruce del noroeste de Séítah.

Esta imagen con anotaciones muestra los múltiples vuelos, y las dos rutas diferentes, que el Ingenuity Mars Helicopter de la NASA podría realizar en su viaje al delta del cráter Jezero.
Créditos: NASA/JPL-Caltech/Universidad de Arizona/USGS.

El primer vuelo experimental sobre otro planeta tuvo lugar el 19 de abril de 2021 y duró 39,1 segundos. Después de otros cuatro vuelos, seis minutos más en el aire y una distancia recorrida total de 499 metros, la NASA hizo la transición de Ingenuity a una fase de demostración de operaciones, probando su capacidad para proporcionar una dimensión aérea a la misión Perseverance. Con la finalización del vuelo 21, el helicóptero ha registrado más de 38 minutos en el aire y ha viajado 4,64 kilómetros. A medida que Ingenuity se va adentrando en territorio desconocido, estos números aumentarán y los registros de vuelo anteriores quedarán obsoletos.

“Este próximo vuelo será mi entrada número 22 en nuestro libro de registro”, dijo el piloto jefe de Ingenuity Håvard Grip, del JPL. “Recuerdo que cuando todo esto comenzó pensé que seríamos afortunados si tuviéramos tres entradas e inmensamente afortunados si fueran cinco. Ahora, al paso que vamos, voy a necesitar un segundo libro”.

Más información de Ingenuity

El Ingenuity Mars Helicopter fue construido por el JPL, que también administra este proyecto de demostración de tecnología para la sede de la NASA. Cuenta con el apoyo de la Science Mission Directorate de la NASA. El Ames Research Center de la NASA en Silicon Valley, California, y el Langley Research Center de la NASA en Hampton, Virginia, proporcionaron un importante análisis de rendimiento de vuelo y asistencia técnica durante el desarrollo de Ingenuity. AeroVironment Inc., Qualcomm y SolAero también brindaron asistencia en el diseño y los principales componentes del vehículo. Lockheed Space diseñó y fabricó el Mars Helicopter Delivery System.

En la sede de la NASA, Dave Lavery es el ejecutivo del programa Ingenuity Mars Helicopter.

Más información de Perseverance

Un objetivo clave para la misión de Perseverance en Marte es la astrobiología, incluida la búsqueda de signos de vida microbiana antigua. El rover está caracterizando la geología del planeta y el clima pasado, y allanará el camino para la exploración humana del Planeta Rojo. Además es la primera misión que recolecta y almacena rocas y regolito marcianos (roca rota y polvo).

Las misiones posteriores de la NASA, en cooperación con la ESA (Agencia Espacial Europea), enviarán a Marte naves espaciales para recoger estas muestras selladas de la superficie y traerlas a la Tierra para realizar un análisis en profundidad.

La misión Mars 2020 Perseverance es parte del enfoque de exploración de la Luna a Marte de la NASA, que incluye misiones Artemis a la Luna, que ayudarán a prepararse para la exploración humana del Planeta Rojo.

El JPL, que Caltech administra para la NASA en Pasadena, California, construyó y administra las operaciones del rover Perseverance.

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Edición: R. Castro.

El Observatorio de rayos X Chandra de la NASA y varios telescopios investigan las fuentes de la antimateria

Esta imagen se ha obtenido con el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA y telescopios ópticos terrestres, y muestra un haz extremadamente largo (o filamento) de materia y antimateria que se extiende desde un púlsar relativamente pequeño. Este rayo con su tremenda amplitud, puede ayudar a explicar la enorme cantidad de positrones (las contrapartes de antimateria de los electrones) que los científicos han detectado en toda la galaxia de la Vía Láctea.

El panel de la izquierda muestra aproximadamente un tercio de la longitud del haz del púlsar conocido como PSR J2030+4415 (J2030 para abreviar), que se encuentra a unos 1.600 años luz de la Tierra. J2030 es un objeto denso del tamaño de una ciudad que se formó a partir del colapso de una estrella masiva y, actualmente, gira unas tres veces por segundo. Los rayos X detectados por Chandra (en azul) muestran cómo se mueven (aproximadamente a un tercio de la velocidad de la luz) las partículas que fluyen desde el púlsar a lo largo de las líneas del campo magnético. En el plano derecho se observa una vista en primer plano del púlsar con los rayos X creados por las partículas que vuelan alrededor del propio púlsar. A medida que el púlsar se mueve por el espacio (aproximadamente a un millón y medio de kilómetros por hora) algunas de estas partículas escapan y conforman el filamento largo. En ambos paneles, se han utilizado datos de luz óptica del telescopio Gemini en Mauna Kea en Hawái, que aparecen en rojo, marrón y negro.

La gran parte del Universo está formado por materia ordinaria en lugar de antimateria. Los científicos, mediante los detectores de los que disponen en la Tierra, continúan encontrando cantidades relativamente grandes de positrones, lo que les sugiere preguntarse sobre las posibles fuentes de esta antimateria. Los investigadores del nuevo estudio de Chandra de J2030 creen que los púlsares como este, pueden ser una respuesta en sí mismos. La combinación de la rápida rotación y los elevados campos magnéticos de los púlsares, conduce a la aceleración de partículas y a la radiación de alta energía que crea pares de electrones y positrones. (El proceso habitual de convertir masa en energía determinado por la famosa ecuación E = mc2 de Einstein se invierte, y la energía se convierte en masa).

Los púlsares generan vientos de partículas cargadas que normalmente están confinadas dentro de sus poderosos campos magnéticos. El púlsar viaja a través del espacio interestelar a aproximadamente 800.000 kilómetros por hora, con ese viento de partículas tras él. Una descarga de gas en proa se mueve frente al púlsar, similar a la acumulación de agua frente a un barco en movimiento. Sin embargo, hace unos 20 o 30 años, el movimiento del arco de choque parece haberse estancado y el púlsar lo ha alcanzado.

La colisión resultante probablemente desencadenó una fuga de partículas, donde el campo magnético del viento púlsar se vinculó con el campo magnético interestelar. Como resultado, los electrones y positrones de alta energía pudieron haber salido a chorros a través de una “boquilla” formada por conexión a la galaxia.

Previamente, los astrónomos han observado alrededor de púlsares cercanos, grandes halos de luz en rayos gamma, lo que implica que los positrones energéticos generalmente tienen dificultades para filtrarse hacia la galaxia. Esto socava la idea de que los púlsares explican el exceso de positrones que detectan los científicos. Sin embargo, los filamentos de púlsar que se han descubierto recientemente, como J2030, muestran que las partículas en realidad pueden escapar al espacio interestelar y, en consecuencia, finalmente podrían llegar a la Tierra.

El artículo que describe estos resultados, escrito por Martjin de Vries y Roger Romani de la Universidad de Stanford, está disponible online en The Astrophysical Journal. El Marshall Space Flight Center de la NASA es el encargado de administrar el programa Chandra. El Smithsonian Astrophysical Observatory’s Chandra X-ray Center controla las operaciones científicas desde Cambridge, Massachusetts, y las operaciones de vuelo desde Burlington, Massachusetts.

Noticia original (en inglés)

Edición: R. Castro.

El Hubble ha capturado el estallido de una estrella muy joven

En esta imagen del Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA se observa un estallido energético de una estrella joven. Esta explosión estelar, producida por una estrella extremadamente joven en la fase más temprana de formación, consiste en un chorro de gas incandescente que viaja a velocidades supersónicas. El chorro colisiona con el material que rodea a la estrella aún en formación, lo que calienta este material y hace que brille. El resultado de este evento cósmico son las tenues y coloridas estructuras, que ondean en la parte inferior derecha de la imagen y a las que los astrónomos se refieren como objetos Herbig-Haro.

Según las observaciones, los objetos de Herbig-Haro evolucionan y cambian significativamente en unos pocos años. Este objeto en particular, llamado HH34, fue capturado previamente por el Hubble, entre 1994 y 2007, y nuevamente con mayor lujo de detalle en 2015. HH34 reside aproximadamente a 1250 años luz de la Tierra, en la Nebulosa de Orión, una gran región de formación estelar detectable a simple vista. La Nebulosa de Orión es uno de los sitios de formación estelar generalizada más cercanos a la Tierra y, como tal, ha sido detenidamente estudiada por los astrónomos en busca de información sobre cómo nacen las estrellas y los sistemas planetarios.

Los datos de esta imagen provienen de un conjunto de observaciones del Hubble a cuatro chorros brillantes mediante la Wide Field Camera 3, obtenidos para ayudar al  telescopio espacial James Webb de la NASA/ESA/CSA a desarrollar el conocimiento científico. Webb, que observará en longitudes de onda predominantemente infrarrojas, podrá observar las envolturas polvorientas que rodean a las protoestrellas en formación, lo que revolucionará el estudio de los chorros de estas estrellas jóvenes. Las imágenes de alta resolución del Hubble de HH34 y otros chorros, ayudarán a los astrónomos a interpretar las futuras observaciones con Webb.

Noticia original (en inglés)

Edición: R. Castro.

La NASA, FEMA y otros socios estadounidenses, han simulado las tareas a realizar en el supuesto de un impacto de un asteroide

El mes pasado, la NASA, FEMA, el United States Space Command y otras agencias federales, estatales y locales, se reunieron para celebrarla cuarta iteración del Planetary Defense Interagency Tabletop Exercise, en el que se informa y evalúa la capacidad de Estados Unidos para responder de manera eficaz, en el supuesto de que un asteroide potencialmente peligroso pudiese impactar a la Tierra. Si bien no se prevén amenazas de impacto de asteroides para nuestro planeta en el futuro previsible, este ejercicio, patrocinado por la NASA y FEMA y organizado por el Johns Hopkins Applied Physics Laboratory (APL) en Laurel, Maryland, se centró en el tipo de coordinación requerida entre el gobierno federal y estatal para responder a tal amenaza en caso de que alguna vez se descubriera.

Los ejercicios de esta naturaleza son una de las muchas actividades que el gobierno lleva a cabo regularmente, así como actividades relacionadas con posibles desastres naturales, con el objetivo de garantizar la preparación de Estados Unidos ante cualquier acontecimiento.

Estas reuniones se realizan para abordar las actividades solicitadas por el National Near-Earth Object Preparedness Strategy and Action Plan, que describe la estrategia de la nación para abordar el peligro que representan los objetos cercanos a la Tierra (NEO).

“Si bien la NASA ha liderado y participado previamente en escenarios de simulación de impacto de asteroides, en este ejercicio en concreto ha sido la primera vez en estudiar una simulación al detalle de este tipo de desastre, evaluando el escenario desde el descubrimiento de la amenaza de impacto de asteroides, hasta los efectos secundarios de ese hipotético impacto con la Tierra”, dijo Lindley Johnson, oficial de defensa planetaria en la sede de la NASA. “El impacto de un asteroide en nuestro planeta es potencialmente el único desastre natural que la humanidad es capaz de predecir y prevenir con precisión. La realización de ejercicios de esta naturaleza, permite a las partes implicadas del gobierno identificar y resolver posibles contratiempos antes de que se necesiten ejecutar acciones en el momento para responder ante una amenaza real de impacto de asteroide”.

En el transcurso de dos días, varios funcionarios de la agencia del gobierno de E.E.U.U. trabajaron en un escenario (hipotético) con todo lujo de detalles, en el que los astrónomos “descubren” un asteroide simulado, denominado 2022 TTX, con una probabilidad de impactar la Tierra seis meses después de su descubrimiento. A medida que se reveló más información a los participantes del ejercicio mediante una serie de módulos, quedó claro que el asteroide (simulado), suficientemente grande como para causar daños regionales sustanciales, impactaría contra la Tierra cerca de Winston-Salem, Carolina del Norte. Los detalles específicos del asteroide, como su tamaño y, por lo tanto, su energía de impacto y el daño detallado que causaría, permanecieron muy inciertos hasta solo unos días antes del impacto del asteroide. Se reprodujo cómo esta información podría desarrollarse en el mundo real teniendo en cuenta las limitaciones de las capacidades actuales, como la tecnología de radar terrestre, que requiere que un objeto esté dentro de una proximidad relativamente cercana a la Tierra para que las instalaciones actuales puedan obtener imágenes y realizar análisis. Por lo tanto, los participantes del ejercicio se mantuvieron en estrecha coordinación entre los niveles de gobierno federal y estatal para garantizar que todas las partes interesadas supieran cómo y dónde acceder a la información a medida que iba estando disponible para los expertos en defensa planetaria.

“FEMA es una agencia de ‘todo riesgo’ y responde a todos los desastres y emergencias nacionales, por lo que cuando se hizo evidente que este asteroide simulado impactaría en algún lugar dentro de Estados Unidos, requirió este nivel de coordinación entre agencias”, dijo Leviticus “L.A.” Lewis, delegado de FEMA en la Planetary Defense Coordination Office, en la sede de la NASA. “Este cuarto ejercicio de simulación interinstitucional sobre el impacto de un asteroide brindó un foro para que los funcionarios del gobierno federal y local trabajaran en cómo sería una amenaza inminente de impacto de un asteroide para los Estados Unidos, con las personas reales que se necesitarían para tales discusiones dado este tipo de escenario de impacto.”

La finalización de este ejercicio interinstitucional de impacto de asteroides marca otro hito importante en el empeño de la agencia por la defensa planetaria, que continúa su desarrollo. A finales de este año, la misión Double Asteroid Redirection Test (DART) de la NASA, será la primera del mundo en demostrar la tecnología disponible actualmente para defender la Tierra contra posibles impactos de asteroides. DART, que actualmente se dirige a un asteroide conocido que no representa una amenaza para la Tierra, impactará de lleno en la luna del asteroide para cambiar su movimiento en el espacio, de modo que esa variación pueda medirse con precisión utilizando telescopios terrestres. DART está diseñado para validar modelos informáticos de desviación de asteroides y demostrar la desviación mediante un impacto cinético como un método viable para responder a una futura amenaza de asteroides. Sin embargo, para que una tecnología como DART sea viable, es imperativo que se descubra una amenaza de impacto con suficiente tiempo de antelación, con muchos años o una década de anticipación.

El desarrollo de la misión Near-Earth Object Surveyor (NEO Surveyor) de la agencia continúa, que será un telescopio espacial infrarrojo diseñado específicamente para acelerar la capacidad de la agencia para descubrir y caracterizar la mayoría de los NEO potencialmente peligrosos, incluidos aquellos que pueden acercarse a la Tierra en el cielo diurno.

Actualmente se está trabajando en un informe de este ejercicio concreto y se espera que se publique a finales de este año.

Johns Hopkins APL administra la misión DART para el PDCO de la NASA como un proyecto de la Planetary Missions Program Office (PMPO) de la agencia. NEO Surveyor está siendo desarrollado por el Jet Propulsion Laboratory de la NASA en el sur de California, en equipo con la Universidad de Arizona y administrado por el PMPO de la NASA con la supervisión del programa por parte del PDCO. La NASA estableció el PDCO en 2016 para administrar los continuos avances de la agencia en Defensa Planetaria.

Noticia original (en inglés)

Edición: R. Castro.