La NASA ha seleccionado una nueva misión para ayudar a la humanidad a comprender mejor la dinámica atmósfera de la Tierra, en concreto, las nubes de hielo que se forman a gran altitud en las regiones tropicales y subtropicales. El instrumento PolSIR, abreviatura de Polarized Submillimeter Ice-cloud Radiometer (Radiómetro submilimétrico polarizado de nubes de hielo), estudiará estas nubes de hielo para determinar cómo y por qué cambian a lo largo del día. Comprender esto es crucial para mejorar los modelos climáticos globales.
La investigación consta de dos CubeSats idénticos -cada pequeño satélite mide poco más de 30 centímetros de altura- que vuelan en órbitas separadas por un intervalo de entre tres y nueve horas. Con el tiempo, estos dos instrumentos observarán el ciclo diario de esta nubes.
“El estudio de las nubes de hielo es crucial para mejorar las previsiones climáticas, y esta será la primera vez que podamos estudiar las nubes de hielo con este nivel de detalle”, dijo Nicola Fox, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas de la sede de la NASA en Washington. “Cada misión de la NASA se elige cuidadosamente para comprender mejor nuestro planeta”.
“Comprender cómo estas nubes de hielo responden a un clima cambiante -y luego, a su vez, contribuyen a nuevos cambios- sigue siendo uno de los grandes retos para predecir lo que hará la atmósfera en el futuro”, dijo Karen St. Germain, que dirige la División de Ciencias de la Tierra de la NASA. “Los radiómetros, que miden la energía radiante emitida por las nubes, mejorarán significativamente nuestra comprensión de cómo las nubes de hielo cambian y responden a lo largo del día”.
La misión está dirigida por Ralf Bennartz, investigador principal de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee, y por Dong Wu, investigador principal adjunto del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland.
El Centro Goddard de la NASA proporcionará el equipo de gestión del proyecto que construya los dos instrumentos, mientras que las operaciones científicas correrán a cargo del Centro de Ciencia e Ingeniería Espaciales de la Universidad de Wisconsin – Madison. Las dos naves espaciales serán construidas por Blue Canyon Technologies en Lafayette, Colorado.