Al observar más de cerca una de las primeras imágenes del Webb, los icónicos Acantilados Cósmicos, los científicos han encontrado docenas de chorros energéticos y emisiones de estrellas jóvenes previamente ocultas por nubes de polvo. El descubrimiento marca el comienzo de una nueva era de investigación sobre cómo se forman estrellas como nuestro Sol y cómo la radiación de las estrellas masivas cercanas podría afectar el desarrollo de los planetas.
Las dos docenas de flujos de salida (previamente desconocidos) de estrellas extremadamente jóvenes, se encontraron analizando datos de una longitud de onda específica de luz infrarroja (4,7 micrones). Las observaciones del Webb descubrieron una galería de objetos que van desde pequeñas fuentes hasta gigantes burbujeantes que se extienden a años luz de las estrellas en formación.
Edición: R. Castro.