Cuando los astronautas vivan y trabajen en la Luna durante las misiones Artemis, la superficie será muy diferente a la de la Tierra. El polvo lunar es una capa muy fina de regolito, o material rocoso fragmentado, que es estático y se adhiere a las superficies expuestas. Los ingenieros de la NASA en el Centro Espacial Johnson en Houston, incluido un equipo de ingenieros principiantes, han desarrollado un dispositivo, llamado Lunar Dust Distributor, que puede recubrir uniformemente el polvo lunar simulado en hardware para que los equipos estudien diseños y desarrollen estrategias de mitigación para tener el polvo lunar bajo control.
El suelo lunar está constituido por diferentes componentes, y los granos más finos se denominan polvo lunar. Este polvo se ha creado durante miles de millones de años a partir de la avalancha de meteoritos y partículas atómicas que chocaron contra la superficie de la Luna. Una vez que el polvo lunar se adhiere a una superficie, puede dañar el hardware, crear variaciones de temperatura problemáticas y degradar la eficiencia de los paneles solares. Mientras los equipos de la NASA y la industria trabajan para crear las herramientas, el hardware, los trajes, los hábitats y los sistemas que harán que la Luna sea habitable durante las misiones de superficie, los astronautas deben poder prosperar en un entorno cubierto de polvo lunar.
Lo que hace que el polvo lunar sea difícil de estudiar en la Tierra es que el entorno terrestre hace que el polvo se comporte de manera diferente a como lo haría en la Luna. Reproducir las condiciones que se encuentran en la Luna, incluida la gravedad parcial y la capa uniforme de polvo de grandes superficies para medir de manera eficaz los efectos del polvo, es particularmente difícil. Para que los equipos entiendan cómo el polvo puede afectar una pieza de hardware, podrán utilizar el Lunar Dust Distributor para cubrir uniformemente el hardware con polvo de diferentes tipos y consistencias, para así imitar cómo se cubriría en la Luna.
“Este dispositivo permitirá a los ingenieros evaluar materiales, diseñar sensores capaces de detectar la contaminación por polvo y definir métodos, tecnologías y procesos que permitirán a la humanidad prosperar de manera segura en la Luna”, dice Erica Worthy, adjunta de la Rama de Diseño Térmico dentro de la División de Ingeniería Estructural de Johnson. “El hecho de que este proyecto esté dirigido por ingenieros principiantes es aún más emocionante y muestra cómo nuestros trabajadores están motivados para enfrentar activamente los desafíos de los vuelos espaciales modernos”.
Después de este proyecto, el equipo estudiará los cambios en cómo se transfiere el calor cuando hay polvo lunar y las propiedades ópticas de los materiales con acumulación de polvo lunar simulado. Los ingenieros de la división de ingeniería estructural de Johnson, incluido el equipo que está en los inicios de su carrera, buscarán aplicar este conocimiento para futuras misiones de Artemis.
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Edición: C. Gutiérrez.