La evaluación inicial muestra un rendimiento excelente del cohete de Artemis

El cohete del SLS (Space Launch System) se desempeñó con precisión, cumpliendo o superando todas las expectativas durante su lanzamiento debut en Artemis I. El cohete más poderoso del mundo puso a la nave espacial Orión de la NASA en curso para realizar un viaje más allá de la Luna y de regreso, y sentó las bases para la primera misión con astronautas en Artemis II y el regreso de la humanidad a la superficie lunar comenzando con Artemis III.

“El primer lanzamiento del cohete Space Launch System fue simplemente asombroso”, dijo Mike Sarafin, gerente de la misión Artemis. “Si bien nuestra misión con Orion aún está en marcha y continuamos aprendiendo en el transcurso de nuestro vuelo, los sistemas del cohete funcionaron según lo diseñado y esperado en todos los casos”.

Los motores propulsores de los cohetes gemelos responsables de producir más de 31 millones de newtons de fuerza en el despegue alcanzaron su objetivo de desempeño, ayudando al cohete y la nave espacial a viajar más de 43 kilómetros desde el lugar de lanzamiento en el Kennedy Space Center (en Florida) y alcanzando una velocidad de aproximadamente 6.500 km/h en poco más de dos minutos antes de que los propulsores se separaran. No se detectaron problemas para ninguno de los subsistemas de refuerzo, incluida su aviónica y el sistema de control de vector de empuje utilizado para la dirección.

El análisis muestra que la etapa central del cohete y los cuatro motores RS-25, que quemaron los 2.700.000 litros de propulsores de la etapa en poco más de ocho minutos, cumplieron con todas las expectativas durante el lanzamiento, así como en los minutos finales de la cuenta atrás antes del despegue, cuando los ordenadores de vuelo y el software tienen el control y muchos eventos dinámicos relacionados con la presurización de los tanques, el arranque de los motores y el encendido de los propulsores se dan en rápida sucesión.

El megacohete lunar llevó a Orión en un margen de unos cinco kilómetros de su altitud orbital planificada de 1.800 por 30 kilómetros, muy dentro del rango planificado requerido para la misión, a una velocidad de aproximadamente 28.000 km/h. El análisis muestra que el software de ascenso y en el espacio también funcionó como se esperaba.

La etapa de propulsión criogénica provisional, la etapa superior del cohete utilizada para realizar dos encendidos durante la misión para elevar primero la órbita de Orión y luego impulsarla hacia la Luna, funcionó exactamente como estaba previsto. El motor único RL-10 de la etapa superior, que ha impulsado a misiones exitosas a todos los planetas del sistema solar y al espacio interestelar durante sus más de 50 años en funcionamiento, estableció un récord de duración única, activado durante más de 18 minutos para configurar a Orion, de manera precisa, en su viaje de ida de varios días para interceptar al vecino celestial más cercano de la Tierra.

“El rendimiento disminuyó en menos de un 0,3 por ciento en todos los casos en todos los ámbitos”, dijo Sarafin.

Los ingenieros continuarán realizando un análisis más detallado del rendimiento del SLS durante los próximos meses a medida que la agencia continúa avanzando en la construcción y el ensamblaje de elementos para el cohete Artemis II y posteriores.

“He tenido el privilegio de liderar el equipo que diseñó, construyó, probó y ahora voló el cohete Space Launch System en su histórico primer vuelo, la misión Artemis I”, dijo John Honeycutt, gerente del programa SLS en el Marshall Space Flight Center de la NASA, en Huntsville (Alabama). “Con este increíble cohete lunar, hemos sentado las bases para Artemis y para nuestra presencia a largo plazo en la Luna. El desempeño del cohete y del equipo que lo apoyó en su viaje inaugural fue simplemente sobresaliente”.

Marshall administra el programa SLS, y muchas partes del cohete se construyeron y probaron en Marshall y en el Michoud Assembly Facility de la NASA (en Nueva Orleans), así como en el Stennis Space Center en Bay St. Louis (Mississippi). Los ingenieros de Marshall respaldaron el lanzamiento de Artemis I en tiempo real desde el SLS Engineering Support Center, así como en el Launch Control Center en el Kennedy Space Center de la NASA (en Florida).

Noticia original (en inglés)

Edición: R. Castro.