El día 12 de la misión Artemis I, los miembros del equipo realizaron otra prueba de los rastreadores de estrellas a bordo de Orion mientras se desplazaba por la órbita retrógrada distante de la Luna, y comenzó otra prueba de vuelo del propulsor de control de reacción.
Los ingenieros esperan caracterizar la alineación entre los rastreadores de estrellas y las unidades de medición inercial de Orión (que forman parte del sistema de guía, navegación y control), exponiendo diferentes áreas de la nave espacial al Sol y activando los rastreadores de estrellas en diferentes estados térmicos. .Los rastreadores de estrellas son herramientas de navegación que miden las posiciones de las estrellas para ayudar a la nave espacial a determinar su orientación. Las unidades de medición inercial contienen tres dispositivos, llamados giroscopios, que se utilizan para medir las tasas de rotación del cuerpo de la nave espacial y tres acelerómetros que se utilizan para medir las aceleraciones de la nave espacial.
Juntos, los datos del rastreador de estrellas y la unidad de medición inercial son utilizados por los sistemas informáticos de Orion para calcular la posición, la velocidad y la actitud de la nave espacial. Las mediciones ayudarán a los ingenieros a comprender cómo los estados térmicos afectan a la precisión del estado de navegación, lo que influye en la cantidad de propulsor necesario para realizar las maniobras de la nave espacial.
Los equipos también activaron e interactuaron con la carga útil Callisto, una demostración de tecnología de Lockheed Martin en colaboración con Amazon y Cisco. Callisto se encuentra en la cabina de Orion y probará la tecnología de video y activación por voz en el entorno del espacio profundo.
Hoy, 28 de noviembre, Orión alcanzará su distancia más lejana de la Tierra cuando esté a casi 434.000 kilómetros.
Edición: R. Castro.