Los impactos de micrometeoritos son un aspecto inevitable en la operación de cualquier nave espacial. El Telescopio Espacial James Webb de la NASA fue diseñado para soportar el bombardeo continuo de estas partículas del tamaño del polvo, que se mueven a velocidades extremas, para continuar generando contenidos científicos innovadores en el futuro.
“Hemos experimentado 14 impactos de micrometeoritos medibles en nuestro espejo principal, y tenemos un promedio de uno o dos por mes, como se anticipó. Los errores ópticos resultantes de todos, menos uno de estos, estaban dentro de lo que habíamos presupuestado y esperado al construir el observatorio”, dijo Mike Menzel, ingeniero principal de sistemas de misión del Webb en el Goddard Space Flight Center de la NASA en Greenbelt, Maryland. “Uno de estos superó nuestras expectativas y modelos de prelanzamiento; sin embargo, incluso después de este evento, nuestro rendimiento óptico actual sigue siendo el doble de bueno que nuestros requisitos”.
Para garantizar que todas las partes del observatorio continúen funcionando de la mejor manera, la NASA convocó a un grupo de trabajo de expertos en óptica y micrometeoritos del equipo del Webb en el Centro Goddard de la NASA, el fabricante del espejo del telescopio, el Space Telescope Science Institute y la Meteoroid Environment Office de la NASA en el Marshall Space Flight Center de la NASA en Huntsville (Alabama). Después de un análisis exhaustivo, el equipo concluyó que el impacto de mayor energía observado en mayo fue un evento estadísticamente poco común tanto en términos de energía como en la ubicación particularmente sensible en el espejo primario del Webb. Para minimizar futuros impactos de esta magnitud, el equipo ha decidido que las observaciones futuras se planificarán para alejarse de lo que ahora se conoce como “zonas de evitación de micrometeoritos”.
“Los micrometeoroides que golpean la cabeza del espejo tienen el doble de velocidad relativa y cuatro veces la energía cinética, por lo que evitar esta dirección cuando sea factible ayudará a extender el exquisito rendimiento óptico durante décadas”, dijo Lee Feinberg, gerente de elementos del telescopio óptico del Webb en Goddard. Esto no significa que estas áreas del cielo no se puedan observar, solo que las observaciones de esos objetos se realizarán de manera más segura en un momento diferente del año cuando el Webb se encuentre en una ubicación diferente en su órbita. Las observaciones que son críticas en el tiempo, como los objetivos del sistema solar, se realizarán en la zona de evitación de micrometeoritos si es necesario. Este ajuste de programación de las observaciones del Webb tendrá un beneficio estadístico a largo plazo.
El equipo implementará la zona de evitación de micrometeoritos a partir del segundo año de investigación científica del Webb, o “Ciclo 2”.
Edición: R. Castro.