La vida de las estrellas recién nacidas es tempestuosa, como muestra esta imagen de los objetos Herbig-Haro HH 1 y HH 2 del Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA. Ambos objetos se encuentran en la constelación de Orión y están a unos 1.250 años luz de la Tierra. HH 1 es la nube luminosa sobre la estrella brillante en la parte superior derecha de esta imagen, y HH 2 es la nube en la parte inferior izquierda. Si bien ambos objetos Herbig-Haro son visibles, el joven sistema estelar responsable de su creación acecha fuera de la vista, envuelto en las espesas nubes de polvo en el centro de esta imagen. Sin embargo, una salida de gas de una de estas estrellas emana de la nube oscura central y es visible como un chorro brillante. Los astrónomos pensaron que la estrella brillante entre ese chorro y la nube HH 1 era la fuente de estos chorros, pero es una estrella doble, no relacionada, que se formó cerca.
Los objetos Herbig-Haro son grupos brillantes que se encuentran alrededor de algunas estrellas recién nacidas. Se forman cuando los chorros de gas lanzados desde estas jóvenes estrellas chocan con el gas y el polvo circundantes a velocidades increíblemente altas. En 2002, las observaciones del Hubble revelaron qué partes de HH 1 se mueven a más de 400 kilómetros por segundo.
La Wide Field Camera 3 del Hubble capturó este turbulento vivero estelar utilizando 11 filtros diferentes en longitudes de onda infrarroja, visible y ultravioleta. Cada uno de estos filtros es sensible a solo una pequeña porción del espectro electromagnético y permiten a los astrónomos identificar procesos interesantes que emiten luz en longitudes de onda específicas.
En el caso de HH 1 y 2, dos grupos de astrónomos solicitaron observaciones al Hubble para dos estudios diferentes. El primero profundizó en la estructura y el movimiento de los objetos Herbig-Haro visibles en esta imagen, brindando a los astrónomos una mejor comprensión de los procesos físicos que ocurren cuando los flujos de salida de las estrellas jóvenes chocan con el gas y el polvo circundantes. El segundo estudio investigó los flujos de salida en sí mismos para sentar las bases para futuras observaciones con el Telescopio Espacial James Webb de la NASA/ESA/CSA. El Webb, con su capacidad para observar a través de las nubes de polvo que envuelven a las estrellas jóvenes, revolucionará el estudio de los flujos de salida de las estrellas jóvenes.
Noticia original (en inglés)
Edición: R. Castro.