DART probó el sistema de navegación autónoma con Júpiter y Europa

Después de capturar imágenes de una de las estrellas más brillantes en el cielo nocturno de la Tierra, la cámara de DART ha fijado su mirada en un escenario espectacular: Júpiter y sus cuatro lunas más grandes.

Mientras la nave espacial DART de la NASA navega hacia su gran esperado encuentro del 26 de septiembre con el asteroide binario Didymos, el generador de imágenes de la nave espacial, la cámara DRACO, ha tomado miles de imágenes de estrellas.

Las imágenes brindan al equipo del Laboratorio de Física Aplicada (APL) de Johns Hopkins, que lidera la misión de la NASA, los datos necesarios para respaldar las pruebas que está realizando la nave espacial en preparación para el impacto cinético en Dimorphos, la luna de Didymos.

El 1 de julio y el 2 de agosto, el equipo de operaciones de la misión apuntó el generador de imágenes (DRACO) a Júpiter para probar el sistema SMART Nav. El equipo eligió al sistema joviano para detectar y apuntar a la luna Europa cuando emergió detrás de Júpiter, de manera similar a cómo Dimorphos se separará visualmente del asteroide más grande, Didymos, en las horas previas al impacto. La prueba, obviamente, no implicó la colisión de DART con Júpiter o sus lunas, pero le dio al equipo de SMART Nav, dirigido por el APL, la oportunidad de evaluar el funcionamiento del sistema SMART Nav en vuelo. Antes de realizar esta prueba con Júpiter, se hicieron pruebas de SMART Nav mediante simulaciones en tierra.

El equipo de SMART Nav obtuvo una experiencia de la prueba muy valiosa.

La nave espacial DART está diseñada para operar de manera totalmente autónoma durante la aproximación final. El equipo de SMART Nav monitoreará cómo se rastrean los objetos del escenario. Solo se tomarán medidas correctivas utilizando contingencias planificadas previamente si hay desviaciones significativas y que puedan amenazar las expectativas de la misión. Con Júpiter y sus lunas, el equipo tuvo la oportunidad de comprender mejor cómo pueden variar las intensidades y la cantidad de píxeles de los objetos a medida que los objetivos se mueven a través del detector.

La siguiente imagen, tomada cuando DART estaba aproximadamente a 26 millones de km de la Tierra, con Júpiter a unos 700 millones de km de distancia de la nave espacial, es una composición recortada de una imagen de DRACO centrada en Júpiter, tomada durante una de estas pruebas de SMART Nav. Dos tramos de brillo y contraste, hechos para optimizar a Júpiter y sus lunas, respectivamente, se combinaron para formar esta vista. De izquierda a derecha se encuentran Ganímedes, Júpiter, Europa, Io y Calisto.

“Las pruebas con Júpiter nos dieron la oportunidad de que DRACO obtuviera una imagen en nuestro propio sistema solar”, dijo Carolyn Ernst, científica del instrumento DRACO en el APL. “¡Las imágenes se ven fantásticas y estamos emocionados por lo que DRACO revelará sobre Didymos y Dimorphos en las horas y minutos previos al impacto!”

DRACO es una cámara de alta resolución inspirada en el generador de imágenes de la nave espacial New Horizons de la NASA, que nos proporcionó las primeras imágenes en primer plano del sistema de Plutón y del objeto Arrokoth del cinturón de Kuiper.

DART fue desarrollado y es administrado por el APL para la Planetary Defense Coordination Office de la NASA. DART es la primera misión de prueba de defensa planetaria del mundo, que ejecutará intencionalmente un impacto cinético en Dimorphos para cambiar ligeramente su movimiento en el espacio. Si bien ningún asteroide conocido representa una amenaza para la Tierra, la misión DART demostrará que una nave espacial puede navegar de manera autónoma hasta generar un impacto cinético en un asteroide relativamente pequeño, y que esta es una técnica viable para desviar un asteroide realmente peligroso, si en algún momento fuese necesario. DART alcanzará su objetivo el próximo 26 de septiembre.

Noticia original (en inglés)

Edición: R. Castro.

Primeras observaciones del Webb al Planeta Rojo

El pasado 5 de septiembre, el Telescopio Espacial James Webb de la NASA capturó sus primeras imágenes y espectros de Marte. El telescopio, fruto de una colaboración internacional con la ESA (Agencia Espacial Europea) y la CSA (Agencia Espacial Canadiense), brinda una perspectiva única (gracias su sensibilidad infrarroja) de nuestro planeta vecino, complementando los datos recopilados por orbitadores, rovers y otros telescopios.

La ubicación del Webb, a casi un 1,5 millones de kilómetros de distancia, en el punto 2 de Lagrange (L2), permite una vista del disco observable de Marte (la parte del lado iluminado por el sol que mira hacia el telescopio). Por ello, el Webb puede capturar imágenes y espectros con la resolución espectral necesaria para estudiar fenómenos a corto plazo como tormentas de polvo, patrones climáticos, cambios estacionales y, en una sola observación, procesos que ocurren en diferentes momentos (durante el día, la puesta del sol y la noche) de un día marciano.

Debido a su cercanía, el Planeta Rojo es uno de los objetos más brillantes en el cielo nocturno en términos de luz visible (la que los ojos humanos pueden captar) y en luz infrarroja que el Webb está diseñado para detectar. Esto plantea desafíos especiales para el observatorio, que fue construido para detectar la luz extremadamente tenue de las galaxias más distantes del universo. Los instrumentos del Webb son tan sensibles que, sin técnicas especiales de observación, la brillante luz infrarroja de Marte sería cegadora y provocaría un fenómeno conocido como “saturación del detector”. Los astrónomos se adaptaron al brillo extremo de Marte utilizando exposiciones muy cortas, midiendo solo parte de la luz que incidía en los detectores y aplicando técnicas especiales de análisis de datos.

La imagen de longitud de onda más corta (2,1 micrones) del NIRCam (arriba a la derecha) está dominada por la luz solar reflejada y, por lo tanto, revela detalles de la superficie similares a los que aparecen en las imágenes de luz visible (izquierda). Los anillos del cráter Huygens, la roca volcánica oscura de Syrtis Major y el brillo en la cuenca Hellas, son evidentes en esta imagen.

La imagen (abajo a la derecha) del instrumento NIRCam de longitud de onda más larga (4,3 micras) muestra la emisión térmica: la luz emitida por el planeta a medida que pierde calor. El brillo de la luz de 4,3 micras está relacionado con la temperatura de la superficie y la atmósfera. La región más brillante del planeta es donde el Sol está casi arriba, porque generalmente es más cálida. El brillo disminuye hacia las regiones polares, que reciben menos luz solar, y se emite menos luz desde el hemisferio norte, más frío, que experimenta el invierno en esta época del año.

Sin embargo, la temperatura no es el único factor que afecta la cantidad de luz de 4,3 micrones que llega al Webb con este filtro. A medida que la luz emitida por el planeta atraviesa la atmósfera de Marte, parte es absorbida por moléculas de dióxido de carbono (CO2). La cuenca Hellas, que es la estructura de impacto bien conservada más grande de Marte, con una extensión de más de 2.000 kilómetros, parece más oscura que los alrededores debido a este efecto.

“Esto en realidad no es un efecto térmico en Hellas”, explicó el investigador principal, Geronimo Villanueva del Goddard Space Flight Center de la NASA, quien diseñó estas observaciones del Webb. “La cuenca de Hellas tiene una altitud más baja y, por lo tanto, experimenta una presión de aire más alta. Esa presión más alta conduce a una supresión de la emisión térmica en este rango de longitud de onda concreto (4.1-4.4 micrones) debido a un efecto llamado ampliación de presión. Será muy interesante separar estos efectos competitivos en los datos”.

Villanueva y su equipo también han publicado el primer espectro infrarrojo cercano de Marte del Webb, lo que demuestra el poder del Webb para estudiar el planeta rojo con espectroscopía.

Mientras que las imágenes muestran diferencias en el brillo integradas en una gran cantidad de longitudes de onda de un lugar a otro en todo el planeta, en un día y hora en particular, el espectro muestra las variaciones sutiles en el brillo entre cientos de longitudes de onda diferentes representativas del planeta como un todo. Los astrónomos analizarán las características del espectro para recopilar más información sobre la superficie y la atmósfera del planeta.

Primer espectro de infrarrojo cercano del Webb de Marte, capturado por el espectrógrafo de infrarrojo cercano (NIRSpec) el 5 de septiembre de 2022, como parte del Programa de observación de tiempo garantizado 1415, sobre 3 rejillas de hendidura (G140H, G235H, G395H). El espectro está dominado por la luz solar reflejada en longitudes de onda inferiores a 3 micras y por la emisión térmica en longitudes de onda más largas. El análisis preliminar revela que las caídas espectrales aparecen en longitudes de onda específicas donde la luz es absorbida por moléculas en la atmósfera de Marte, en concreto de dióxido de carbono, monóxido de carbono y agua. Otros detalles revelan información sobre el polvo, las nubes y las características de la superficie. Con la construcción de un modelo de ajuste óptimo del espectro, mediante el uso, por ejemplo, del Generador de Espectro Planetario, se puede obtener la abundancia de determinadas moléculas en la atmósfera. Crédito: NASA, ESA, CSA, STScI, equipo Mars JWST/GTO.

Este espectro infrarrojo se obtuvo mediante la combinación de mediciones de los seis modos de espectroscopia de alta resolución del espectrógrafo de infrarrojo cercano del Webb (NIRSpec). El análisis preliminar del espectro muestra un rico conjunto de características espectrales que contienen información sobre el polvo, las nubes heladas, el tipo de rocas presentes en la superficie del planeta y la composición de la atmósfera. Las firmas espectrales del agua, del dióxido de carbono y del monóxido de carbono se detectan fácilmente con el Webb. Los investigadores han estado analizando los datos espectrales de estas observaciones y están preparando un artículo que enviarán a una revista científica para su revisión y publicación.

En el futuro, el equipo de investigadores de Marte utilizará estos datos espectroscópicos y de imágenes para explorar las diferencias regionales en todo el planeta y buscar trazas de gases en la atmósfera, incluidos el metano y el cloruro de hidrógeno.

Estas observaciones del NIRCam y del NIRSpec de Marte se realizaron como parte del programa del sistema solar de Cycle 1 Guaranteed Time Observation (GTO) del Webb dirigido por Heidi Hammel de AURA.

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Edición: R. Castro.

Júpiter en oposición durante su ubicación más próxima a la Tierra en 59 años

La noche del lunes 26 de septiembre se podrá observar excepcionalmente bien el planeta Júpiter, cuando el gigante gaseoso alcance la oposición. Desde el punto de vista de la superficie de la Tierra, la oposición ocurre cuando un objeto astronómico sale por el este mientras el Sol se pone por el oeste, colocando al objeto y al Sol en lados opuestos de la Tierra.

La oposición de Júpiter ocurre cada 13 meses, lo que hace que el planeta parezca más grande y brillante que en cualquier otra época del año. Pero eso no es todo, Júpiter también estará en su posición más cercana a la Tierra en los últimos 59 años. Esto sucede porque la Tierra y Júpiter no giran alrededor del Sol en círculos perfectos, lo que significa que los planetas se mantienen a diferentes distancias a lo largo del año. La posición más cercana de Júpiter y la Tierra rara vez coincide con la oposición, por lo que la observación al planeta este año será extraordinaria. En su máxima aproximación, Júpiter estará a una distancia alrededor de 590 millones de kilómetros de la Tierra, más o menos a la misma distancia que estuvo en 1963. Júpiter está aproximadamente a 965 millones de kilómetros de la Tierra en su punto más lejano.

“Con unos buenos prismáticos, las bandas (al menos la banda central) y tres o cuatro de los satélites galileanos (lunas) deberían ser visibles”, dijo Adam Kobelski, astrofísico investigador del Marshall Space Flight Center de la NASA, en Huntsville (Alabama). “Es importante recordar que Galileo observó estas lunas con óptica del siglo XVII. Una de las necesidades clave será una montura estable para el sistema que se utilice”.

Kobelski recomienda un telescopio más grande para ver la Gran Mancha Roja y las bandas de Júpiter con más detalle; un telescopio de 4 pulgadas o más grande y algunos filtros en el rango de verde a azul mejorarían la visibilidad de estas características.

Según Kobelski, un lugarpara realizar una observación ideal sería una gran elevación en un área oscura y seca.

“Las vistas deberían ser excelentes durante unos días antes y después del 26 de septiembre”, dijo Kobelski. “Por ello, aprovecha el buen clima en torno a esta fecha para disfrutar de la vista. Fuera de la Luna, debería ser uno de los (si no el) objetos más brillantes en el cielo nocturno”.

Júpiter tiene 53 lunas con nombre, pero los científicos creen que se han detectado 79 lunas en total. Las cuatro lunas más grandes, Io, Europa, Ganímedes y Calisto, se denominan satélites galileanos. Llevan el nombre de la persona que los observó en 1610, Galileo Galilei. Con prismáticos o con un telescopio, los satélites galileanos deberían aparecer como puntos brillantes a ambos lados de Júpiter durante la oposición.

La nave espacial Juno de la NASA, que ha estado orbitando a Júpiter durante seis años, se dedica a explorar el planeta y sus lunas. Juno comenzó su viaje en 2011 y llegó a Júpiter cinco años después. Desde 2016, la nave espacial ha proporcionado imágenes y datos increíbles sobre la dinámica atmósfera, las estructuras interiores, el campo magnético interno y la magnetosfera de Júpiter.

Los científicos creen que el estudio de Júpiter puede conducir a descubrimientos revolucionarios sobre la formación del sistema solar. La misión de Juno se ha prolongado recientemente hasta 2025 o hasta el final de la vida útil de la nave espacial. Más información sobre Juno.

El próximo gran proyecto para la exploración de Júpiter es la misión Europa Clipper. Esta nave espacial explorará la icónica luna de Júpiter, Europa, que es conocida por su capa helada y el vasto océano que se encuentra debajo de su superficie. Los científicos de la NASA tienen como objetivo averiguar si Europa tiene condiciones capaces de sustentar la vida. El lanzamiento de Europa Clipper está programado actualmente a más tardar para octubre de 2024.

Más información de lo que está sucediendo en el cielo este mes de septiembre, en el siguiente vídeo: “What’s Up” del Jet Propulsion Laboratory:

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Edición: R. Castro.

Los pequeños cráteres de la Luna influyeron en la desviación de sus polos

Los cráteres de la Luna conservan miles de millones de años de historia. Los científicos han adquirido conocimientos de las condiciones de nuestro sistema solar primitivo al estudiar la composición, el tamaño y la distribución de estos agujeros en la superficie de la Luna, creados hace mucho tiempo por colisiones con asteroides.

Pero en lugar de estudiar directamente las características de estos agujeros, un equipo con sede en el Goddard Space Flight Center de la NASA en Greenbelt (Maryland), decidió probar algo diferente. Usando simulaciones informáticas, “borraron” miles de cráteres de la superficie de la Luna, como si retrocedieran el reloj 4.250 millones de años, antes de que se formaran los cráteres. Descubrieron que las ubicaciones de los polos norte y sur de la Luna se movieron ligeramente durante este período de tiempo.

El 19 de septiembre los científicos informaron en el Planetary Science Journal que a medida que la Luna se desplazó de un lado a otro por los efectos de los impactos de asteroides, la ubicación de los polos “vagó” 10 grados de latitud (o 300 kilómetros). Los polos norte y sur geográficos se encuentran donde el eje de rotación de un cuerpo celeste se cruza con su superficie. En este caso, el eje de rotación de la Luna (la línea imaginaria que pasa por su centro y alrededor de la cual gira) se mantuvo igual a medida que se desplazaba el satélite.

La información sobre el desvío de los polos puede ser útil para comprender la evolución de la Luna; específicamente, la condición de los recursos, como el agua, en su superficie. Los científicos han encontrado agua congelada en regiones sombreadas cerca de los polos de la Luna, pero aún no saben en qué cantidad. Si la Luna hubiera cambiado drásticamente la ubicación de sus polos hacia una región más cálida y menos sombreada, como el ecuador, parte del agua congelada podría haberse sublimado (cambiado de un estado sólido a un estado gaseoso) de la superficie, y la nueva agua habría tenido menos tiempo para acumularse en los nuevos polos.

Vishnu Viswanathan, un científico de la NASA en Goddard que dirigió el estudio dice: “según la historia de los cráteres de la Luna, el desplazamiento polar parece haber sido lo suficientemente moderado como para que el agua que se encuentra cerca de los polos haya permanecido en las sombras y haya disfrutado de condiciones estables durante miles de millones de años”.

El fenómeno del desplazamiento de los polos se conoce como True Polar Wander, y es lo que le sucede bajo las leyes de la física a un objeto, en este caso la Luna, que intenta mantenerse girando cuando se enfrenta a obstáculos, como cambios en la forma en que se distribuye la masa.

A medida que el asteroide impacta en la masa, dejando depresiones en la superficie, o bolsas de menor masa, la Luna se reorienta para llevar esas bolsas hacia los polos, mientras que las áreas de mayor masa salen hacia el ecuador mediante la fuerza centrífuga.

Créditos: Scientific Visualization Studio de la NASA.

Para determinar el grado de desplazamiento polar de la Luna, Viswanathan se asoció con varios científicos, como David E. Smith, investigador principal del Lunar Orbiter Laser Altimeter (LOLA), instrumento a bordo de la nave espacial Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA. Smith se interesó en el uso de datos de gravedad para averiguar cuánto se han desplazado los polos de la Luna tras ser el investigador principal adjunto de la misión GRAIL (Gravity Recovery and Interior Laboratory) de la NASA. GRAIL trazó un mapa del campo de gravedad de la Luna con gran detalle antes de que la misión terminara en 2012.

“Si miras la Luna con todos esos cráteres, los puedes ver en los datos del campo de gravedad”, dijo Smith, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (Cambridge). “Pensé: ‘¿Por qué no puedo simplemente tomar uno de esos cráteres y borrarlo, eliminar la huella por completo?'”

Smith, Viswanathan y su equipo trabajaron con alrededor de 5.200 cráteres, de tamaños de 20 a 1.200 kilómetros de ancho. Diseñaron modelos informáticos que tomaron las coordenadas y anchos de todos estos cráteres de mapas topográficos de la Luna realizados con datos de LOLA y luego encontraron sus firmas gravitatorias correspondientes en un mapa de gravedad de GRAIL. Después, los científicos realizaron simulaciones que eliminaban las firmas gravitatorias de cada cráter secuencialmente por edad, rebobinando la evolución de la Luna y haciendo retroceder los polos hacia sus ubicaciones antiguas con cada impacto que se eliminó.

Otros investigadores que estudian el desplazamiento polar han eliminado cráteres del registro, pero solo un par de docenas de los más grandes. “La gente asumió que los cráteres pequeños son insignificantes”, dijo Viswanathan. “Son insignificantes individualmente, pero colectivamente tienen un gran efecto”.

Viswanathan dijo que su equipo está cada vez más cerca de determinar el verdadero grado de desviación polar en la Luna, pero los científicos aún necesitan refinar su estimación. Planean eliminar informáticamente más cráteres pequeños de la Luna y eliminar otras características, como erupciones volcánicas, que podrían haber contribuido al cambio de los polos.

“Hay algunas cosas que aún no hemos tenido en cuenta, pero una cosa que queríamos señalar son esos pequeños cráteres que la gente ha estado descuidando, en realidad sí importan, así que ese es el vértice principal aquí”, dijo Sander Goossens, científico del Goddard que participó en el estudio.

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Edición: R. Castro.

InSight de la NASA detecta por primera vez impactos de meteoritos en Marte

El sismómetro del módulo de aterrizaje de Marte ha detectado vibraciones producidas por cuatro impactos en los últimos dos años.

El módulo de aterrizaje InSight de la NASA detectó ondas sísmicas provocadas por cuatro rocas espaciales que se estrellaron en Marte en 2020 y 2021. Estas no solo representan los primeros impactos detectados por el sismómetro de la nave espacial desde que InSight aterrizó en el Planeta Rojo en 2018, sino que también marcan la primera vez que se han detectado ondas sísmicas y acústicas de un impacto en Marte.

Un nuevo artículo publicado el lunes en Nature Geoscience detalla los impactos, que se produjeron a una distancia de entre 85 y 290 kilómetros de la ubicación de InSight, una región de Marte llamada Elysium Planitia.

El primero de los cuatro meteoritos confirmados, realizó la entrada más espectacular: entró en la atmósfera de Marte el 5 de septiembre de 2021 y explotó en al menos tres fragmentos, cada uno de los cuales provocó un cráter.

El primer impacto de meteorito que el módulo de aterrizaje InSight de la NASA ha detectado en Marte.
Créditos: NASA/JPL-Caltech.

Luego, el Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA sobrevoló el sitio de impacto estimado para confirmar la ubicación. El orbitador usó su cámara de contexto en blanco y negro para revelar tres puntos oscuros en la superficie. Después de localizar estos puntos, el equipo del orbitador usó la cámara HiRISE para obtener un primer plano en color de los cráteres (el meteoroide pudo haber dejado más cráteres en la superficie, pero serían demasiado pequeños para ver en las imágenes de HiRISE).

“Después de esperar tres años con InSight para detectar un impacto, esos cráteres se veían hermosos”, dijo Ingrid Daubar de la Universidad de Brown, coautora del artículo y especialista en impactos de Marte.

Este collage muestra otros tres impactos de meteoritos que fueron detectados por el sismómetro del módulo de aterrizaje InSight de la NASA y capturados por el Mars Reconnaissance Orbiter de la agencia mediante su cámara HiRISE.
Créditos: NASA/JPL-Caltech/Universidad de Arizona.

Después de analizar datos previos, los científicos confirmaron que se habían producido otros tres impactos el 27 de mayo de 2020; el 18 de febrero de 2021; y el 31 de agosto de 2021.

Los investigadores se han preguntado por qué no han detectado más impactos de meteoritos en Marte. El Planeta Rojo está al lado del cinturón principal de asteroides del sistema solar, que proporciona un amplio suministro de rocas espaciales para marcar la superficie del planeta. Debido a que la atmósfera de Marte posee un 1% de densidad de la atmósfera de la Tierra, pasan más meteoroides sin desintegrarse a través de ella.

El sismómetro de InSight ha detectado más de 1.300 marsquakes (o terremotos en Marte). Proporcionado por la agencia espacial de Francia, el Centro Nacional de Estudios Espaciales, el instrumento es tan sensible que puede detectar ondas sísmicas a miles de kilómetros de distancia. Pero el evento del 5 de septiembre de 2021 supone la primera vez que se confirma que la causa de tales ondas han sido provocadas por un impacto.

El equipo de InSight sospecha que se han podido haber producido otros impactos acallados por el ruido del viento o por cambios estacionales en la atmósfera. Pero ahora que se ha descubierto la firma sísmica distintiva de un impacto en Marte, los científicos esperan encontrar más dentro de los casi cuatro años de datos de InSight.

Sonido de un meteoroide impactando en Marte, creado a partir de datos registrados por el módulo de aterrizaje InSight de la NASA. El sonido es como un “bloop” debido a un efecto atmosférico peculiar, en él se puede escuchar cuando el meteoroide entra en la atmósfera marciana, explota en pedazos e impacta en la superficie.

Crédito: NASA/JPL-Caltech/CNES/IPGP.

Los datos sísmicos ofrecen varias pistas que ayudarán a los investigadores a aumentar el conocimiento del Planeta Rojo. La mayoría de los terremotos son causados ​​debido a que el calor y la presión agrietan rocas subterráneas. Estudiar cómo cambian las ondas sísmicas resultantes a medida que se mueven a través de diferentes materiales, proporciona a los científicos una forma de estudiar la corteza, el manto y el núcleo de Marte.

Los cuatro impactos de meteoritos confirmados hasta ahora produjeron pequeños sismos con una magnitud de no más de 2.0. Esos pequeños terremotos aportan datos a los científicos de la corteza marciana, mientras que las señales sísmicas de terremotos más grandes, como el evento de magnitud 5 ocurrido en mayo de 2022, también pueden revelar detalles sobre el manto y el núcleo del planeta.

Los impactos son importantes para refinar la línea de tiempo de Marte. “Los impactos son los relojes del sistema solar”, dijo el autor principal del artículo, Raphael Garcia, del Institut Supérieur de l’Aéronautique et de l’Espace en Toulouse (Francia). “Necesitamos saber la tasa de impacto hoy para estimar la edad de diferentes superficies”.

Los científicos pueden aproximarse a conocer la edad de la superficie de un planeta estudiando sus cráteres de impacto: cuanto más ven, más antigua es la superficie. Al calibrar sus modelos estadísticos en función de la frecuencia con la que detectan impactos ahora, los científicos pueden estimar cuántos impactos ocurrieron tiempo atrás en la historia del sistema solar.

Los datos de InSight, en combinación con las imágenes orbitales, se pueden utilizar para reconstruir la trayectoria de un meteoroide y el tamaño de su onda de choque. Cada meteoroide crea una onda de choque cuando golpea la atmósfera y una explosión cuando golpea el suelo. Estos sucesos envían ondas de sonido a través de la atmósfera. Cuanto más grande es la explosión, más golpea el suelo la onda de sonido que llega a InSight.

“Estamos aprendiendo más sobre el proceso de impacto en sí”, dijo García. “Ahora podemos hacer coincidir diferentes tamaños de cráteres con ondas sísmicas y acústicas específicas”.

El módulo de aterrizaje todavía tiene tiempo para estudiar Marte. La acumulación de polvo en los paneles solares del módulo de aterrizaje está reduciendo su energía y en el futuro provocará que la nave espacial se apague. Predecir con precisión cuándo es difícil, pero según las últimas lecturas de energía, los ingenieros ahora creen que el módulo de aterrizaje podría apagarse entre octubre de este año y enero de 2023.

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Edición: R. Castro.

El pequeño compañero de DART, el “reportero” LICIACube está preparado para el evento

Los miembros del equipo de la misión DART de la NASA, la primera misión de prueba en materia de defensa de nuestro planeta, confirmaron que el “mini-fotógrafo” de la nave espacial LICIACube (Light Italian CubeSat for Imaging Asteroids) se liberó adecuadamente de su sistema de almacenaje el 11 de septiembre.

El domingo, 11 de septiembre, exactamente 15 días antes de que esté programado que DART impacte en la pequeña luna del asteroide Dimorphos, los miembros del equipo de la misión confirmaron la recepción de la señal que indica que el CubeSat se había desplegado de manera segura.

“Estamos muy emocionados por lo sucedido: ¡la primera vez que un equipo italiano opera su nave espacial nacional en el espacio profundo!” exclamó Simone Pirrotta, gerente del proyecto LICIACube de la Agencia Espacial Italiana, que contribuyó y administra el LICIACube. “Todo el equipo está totalmente involucrado en las actividades, monitoreando el estado del satélite y preparando la fase de aproximación al sobrevuelo del asteroide. Esperamos recibir las primeras imágenes del fotograma completo y procesarlas un par de días después del impacto de DART. Luego, las usaremos para confirmar el impacto y aportar la relevante información sobre la columna generada: ese es el verdadero valor de nuestras fotos”.

Diseñado, fabricado y operado por la compañía aeroespacial italiana Argotec, con la participación del Instituto Nacional de Astrofísica y las Universidades de Bolonia y Milán, el LICIACube documentará los efectos del impacto de DART, el 26 de septiembre. Recopilará imágenes únicas de la superficie del asteroide, así como de los desechos expulsados ​​del cráter recién formado, proporcionando valiosa información a los modelos informáticos de impactos de asteroides satelitales y aportando una prueba fantástica del éxito de la misión.

El CubeSat lleva dos cámaras ópticas: LUKE (LICIACube Unit Key Explorer) y LEIA (LICIACube Explorer Imaging for Asteroid). Cada una capturará datos científicos que guiarán al sistema autónomo del microsatélite a detectar y rastrear al asteroide Dimorphos durante el encuentro de DART. El equipo de LICIACube está en proceso de calibrar la nave espacial y su carga útil capturando imágenes de cuerpos celestes a diferentes velocidades y tiempos de integración.

El equipo cargará el comando de maniobras para la trayectoria final del satélite, que lo llevará más allá de Dimorphos unos tres minutos después del impacto de DART. Ese ligero retraso permitirá a LICIACube confirmar el impacto, observar la evolución de la columna, capturar imágenes del cráter de impacto recién formado y ver el hemisferio opuesto de Dimorphos, al que DART nunca verá.

Es importante destacar que las imágenes complementarán las del generador de imágenes de alta resolución DRACO (Didymos Reconnaissance and Asteroid Camera for Optical navigation) de DART, lo que ayudará a caracterizar mejor la efectividad del impacto de DART para desviar la trayectoria de Dimorphos.

“Estamos entusiasmados de tener a LICIACube en camino: nuestro pequeño e intrépido reportero que esperamos que haga una valiosa contribución a DART”, dijo Andrew Cheng, investigador principal de DART y científico planetario del Johns Hopkins Applied Physics Laboratory, en Laurel (Maryland). “Lo que va a presenciar y documentar nos proporcionará información única e importante que de otro modo no podríamos obtener”.

El proyecto LICIACube es administrado por ASI Robotic Exploration Mission Office, con el contratista industrial Argotec S.r.I. y un equipo científico del Instituto Nacional de Astrofísica, la Universidad Politécnica de Milán, la Universidad de Bolonia, la Universidad de Nápoles Parthenope y CNR-IFAC.

El Johns Hopkins APL administra la misión DART para la Planetary Defense Coordination Office de la NASA como un proyecto de la Planetary Missions Program Office de la agencia. DART es la primera misión de prueba de defensa planetaria del mundo, que ejecutará intencionalmente un impacto cinético en Dimorphos para cambiar ligeramente su movimiento en el espacio. Si bien el asteroide no representa ninguna amenaza para la Tierra, la misión DART demostrará que una nave espacial puede navegar de forma autónoma hasta realizar un impacto cinético en un asteroide relativamente pequeño, además comprobará que esta es una técnica viable para desviar un asteroide en curso de colisión con la Tierra si alguna vez se diera el caso. DART alcanzará su objetivo el próximo lunes, 26 de septiembre de 2022.

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Edición: R. Castro.

El rover Perseverance de la NASA investiga terreno geológicamente rico en Marte

El Rover Perseverance de la NASA pone su brazo robótico a trabajar alrededor de un afloramiento rocoso llamado “Skinner Ridge” en el cráter Jezero de Marte. Compuesto por múltiples imágenes, este mosaico muestra rocas sedimentarias en capas en la cara de un acantilado en el delta, así como uno de los lugares donde el rover erosionó un parche circular para analizar la composición de una roca. Créditos: NASA/JPL-Caltech/ASU/MSSS.

Los últimos hallazgos brindan más detalles sobre una región del Planeta Rojo que tiene un pasado acuático y está produciendo muestras prometedoras para la campaña de devolución de muestras de Marte de la NASA y la ESA.

El rover Perseverance de la NASA está en su segunda campaña científica, recolectando muestras de los núcleos de las rocas dentro de un área considerada por los científicos como una de las mejores perspectivas para encontrar signos de vida microbiana antigua en Marte. El rover ha recolectado cuatro muestras de un antiguo delta del río en el cráter Jezero del Planeta Rojo desde el 7 de julio, elevando el recuento total de muestras de rocas científicamente convincentes a 12.

“Elegimos el cráter Jezero para que Perseverance lo explorarara porque pensamos que tenía la mejor oportunidad de proporcionar muestras científicamente excelentes, y ahora sabemos que enviamos el rover al lugar correcto”, dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencia de la NASA en Washington. “Estas dos primeras campañas científicas han producido una asombrosa diversidad de muestras para traer de vuelta a la Tierra mediante la campaña Mars Sample Return“.

Con 45 kilómetros (veintiocho millas) de ancho, el cráter Jezero alberga un delta, una antigua característica en forma de abanico que se formó hace unos 3.500 millones de años en la convergencia de un río marciano y un lago. Perseverance actualmente está investigando las rocas sedimentarias del delta, formadas cuando distintas partículas de varios tamaños se asentaron en el ambiente que alguna vez fue acuoso. Durante su primera campaña científica, el rover exploró el suelo del cráter y encontró rocas ígneas, que se forman a gran profundidad a partir del magma o durante la actividad volcánica en la superficie.

“El delta, con sus diversas rocas sedimentarias, contrasta maravillosamente con las rocas ígneas, formadas a partir de la cristalización del magma, descubiertas en el suelo del cráter”, dijo Ken Farley, científico del proyecto Perseverance de Caltech en Pasadena, California. “Esta yuxtaposición nos brinda una rica comprensión de la historia geológica después de que se formó el cráter y un conjunto diverso de muestras. Por ejemplo, encontramos una arenisca que transporta granos y fragmentos de roca creados lejos del cráter Jezero, y una lutita que incluye compuestos orgánicos intrigantes”.

Compuesto por múltiples imágenes del rover Perseverance Mars de la NASA, este mosaico muestra un afloramiento rocoso llamado “Wildcat Ridge”, donde el rover extrajo dos núcleos de roca y erosionó un parche circular para investigar la composición de la roca.
Crédito: NASA/JPL-Caltech/ASU/MSSS.

“Wildcat Ridge” es el nombre que se le da a una roca de aproximadamente 1 metro (3 pies) de ancho que probablemente se formó hace miles de millones de años, cuando el lodo y la arena fina se asentaron en un lago de agua salada que se evaporaba. El 20 de julio, el rover erosionó parte de la superficie de Wildcat Ridge para poder analizar el área con el instrumento llamado Scanning Habitable Environments with Raman & Luminescence for Organics & Chemicals, o SHERLOC.

El análisis de SHERLOC indica que las muestras presentan una clase de moléculas orgánicas que están espacialmente correlacionadas con las de los minerales de sulfato. Los minerales de sulfato que se encuentran en capas de rocas sedimentarias pueden brindar información importante sobre los ambientes acuosos en los que se formaron.

La panorámica más detallada jamás hecha de Marte, que combina 1118 imágenes tomadas por el instrumento Mastcam-Z en el rover Perseverance de la NASA en junio de 2022, revela el intrigante paisaje del delta del cráter Jezero. En este vídeo, Rachel Kronyak, miembro del equipo de operaciones científicas del rover, ofrece un recorrido por la panorámica. Crédito: NASA/JPL-Caltech/ASU/MSSS.

¿Qué es la materia orgánica?

Las moléculas orgánicas consisten en una amplia variedad de compuestos hechos principalmente de carbono y, generalmente, incluyen átomos de hidrógeno y oxígeno. También pueden contener otros elementos, como nitrógeno, fósforo y azufre. Si bien existen procesos químicos que producen estas moléculas que no requieren vida, algunos de estos compuestos son los componentes químicos básicos de la vida. La presencia de estas moléculas específicas se considera una firma biológica potencial: una sustancia o estructura que podría ser evidencia de una vida pasada pero que también puede haberse producido sin la presencia de vida.

En 2013, el rover Curiosity Mars de la NASA encontró evidencia de materia orgánica en muestras de polvo de roca, y Perseverance ha detectado materia orgánica en el cráter Jezero antes. Pero a diferencia del descubrimiento anterior, esta última detección se realizó en un área donde, en el pasado distante, los sedimentos y las sales se depositaron en un lago en condiciones en las que potencialmente podría haber existido vida. En su análisis de Wildcat Ridge, el instrumento SHERLOC registró las detecciones orgánicas más abundantes en la misión hasta la fecha.

“En el pasado lejano, la arena, el lodo y las sales que ahora componen la muestra de Wildcat Ridge se depositaron en condiciones en las que la vida podría haber prosperado”, dijo Farley. “El hecho de que la materia orgánica se haya encontrado en una roca sedimentaria de este tipo, conocida por preservar fósiles de vida antigua aquí en la Tierra, es importante. Sin embargo, a pesar de lo capaces que son nuestros instrumentos a bordo de Perseverance, las conclusiones adicionales sobre lo que contiene la muestra de Wildcat Ridge tendrán que esperar hasta que se devuelva a la Tierra para un estudio en profundidad como parte de la campaña Mars Sample Return de la agencia”.

El primer paso en la campaña de devolución de muestras de Marte de la NASA-ESA (Agencia Espacial Europea) comenzó cuando Perseverance extrajo su primera muestra de roca en septiembre de 2021. Junto con sus muestras de núcleos de roca, el rover recolectó una muestra atmosférica y dos tubos testigo, todos ellos almacenados en el vientre del rover.

La diversidad geológica de las muestras ya transportadas en el rover es tan buena que el equipo del rover está considerando depositar tubos selectos cerca de la base del delta en unos dos meses. Después del depósito, el rover continuará con sus exploraciones del delta.

“He estudiado la habitabilidad y la geología marcianas durante gran parte de mi carrera y conozco de primera mano el increíble valor científico de devolver a la Tierra un conjunto cuidadosamente recogido de rocas de Marte”, dijo Laurie Leshin, directora del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA. “Estemos a semanas de desplegar las muestras fascinantes de Perseverance y a solo unos años de traerlas a la Tierra para que los científicos puedan estudiarlas con exquisito detalle; es realmente fenomenal. Aprenderemos mucho”.

Más sobre la misión

Un objetivo clave para la misión de Perseverance en Marte es la astrobiología, incluido el almacenamiento en caché de muestras que pueden contener signos de vida microbiana antigua. El rover caracterizará la geología del planeta y el clima pasado, allanará el camino para la exploración humana del Planeta Rojo y será la primera misión en recolectar y almacenar rocas y regolito marcianos.

Las misiones posteriores de la NASA, en cooperación con la ESA, enviarían naves espaciales a Marte para recolectar estas muestras selladas de la superficie y devolverlas a la Tierra para un análisis en profundidad.

La misión Mars 2020 Perseverance es parte del enfoque de exploración de la Luna a Marte de la NASA, que incluye misiones Artemis a la Luna que ayudarán a prepararse para la exploración humana del Planeta Rojo.

JPL, que Caltech administra para la NASA, construyó y administra las operaciones del rover Perseverance.

Para más información sobre la Perseverance, pinchar aquí.

Noticia completa (en inglés).

Edición: C. Gutiérrez.

Midiendo los tiempos de una supernova

Al estudiar el remanente de una supernova en una galaxia vecina, los astrónomos, utilizando telescopios de la NASA, han encontrado suficientes datos para ayudar a retroceder el reloj astronómico.

Si bien los astrónomos han visto los restos de decenas de estrellas explotadas en la Vía Láctea y galaxias cercanas, a menudo es difícil determinar la línea de tiempo en la desaparición de la estrella.

El remanente de supernova llamado SNR 0519-69.0 (SNR 0519 para abreviar) son los restos de la explosión de una estrella enana blanca. Después de alcanzar una masa crítica, ya sea extrayendo materia de una estrella compañera o fusionándose con otra enana blanca, la estrella sufrió una explosión termonuclear y se destruyó. Los científicos usan este tipo de supernova, llamada Tipo Ia, para una amplia gama de estudios científicos que van desde estudios de explosiones termonucleares hasta la medición de distancias a galaxias a lo largo de miles de millones de años luz.

SNR 0519 se encuentra en la Gran Nube de Magallanes, una pequeña galaxia a 160.000 años luz de la Tierra. La imagen se ha compuesto usando datos de rayos X del Observatorio de rayos X Chandra de la NASA y datos ópticos del Telescopio Espacial Hubble de la NASA. Los rayos X de SNR 0519 con energías baja, media y alta se muestran en verde, azul y púrpura respectivamente, y algunos de estos colores se superponen para aparecer en blanco. Los datos ópticos muestran el perímetro del remanente en rojo y las estrellas alrededor del remanente en blanco.

Los astrónomos combinaron los datos de Chandra y del Hubble con datos del telescopio espacial Spitzer (ya retirado) de la NASA para determinar cuánto tiempo hace que explotó la estrella en SNR 0519 y aprender sobre el entorno en el que ocurrió la supernova. Estos datos brindan a los científicos la oportunidad de “rebobinar” la película de la evolución estelar que se ha desarrollado desde entonces y averiguar cuándo comenzó.

Los investigadores compararon imágenes del Hubble de 2010, 2011 y 2020 para medir las velocidades del material en la onda expansiva de la explosión, que oscilan aproximadamente entre 6 millones y 9 millones de kilómetros por hora. Si la velocidad estaba en el extremo superior de ese rango estimado, los astrónomos determinaron que la luz de la explosión habría llegado a la Tierra hace unos 670 años.

Sin embargo, es probable que el material se haya ralentizado desde la explosión inicial y que la explosión haya ocurrido hace más de 670 años. Los datos de Chandra y Spitzer indican que este podría ser el caso. Los astrónomos encontraron que las regiones más brillantes en rayos X del remanente son donde se encuentra el material que se mueve más lentamente, y no hay ninguna emisión de rayos X asociada con el material que se mueve más rápido.

Estos resultados implican que parte de la onda expansiva se estrelló contra el gas denso colindante al remanente, lo que provocó que se ralentizara a medida que viajaba. Los astrónomos mediante el Hubble pueden determinar con mayor precisión el momento de la desaparición de la estrella.

Se ha publicado un artículo que describe estos resultados en la edición de agosto de The Astrophysical Journal, con una versión preliminar disponible aquí. Los autores del artículo son Brian Williams (Goddard Space Flight Center (GSFC) de la NASA en Greenbelt, Maryland); Parviz Ghavamian (Universidad de Towson, Towson, Maryland); Ivo Seitenzahl (Universidad de New South Wales, Australian Defence Force Academy, Canberra, Australia); Stephen Reynolds (North Carolina State University (NCSU), Raleigh, NC); Kazimierz Borkowski (North Carolina State University, Raleigh, NC) y Robert Petre (GSFC). El Marshall Space Flight Center de la NASA administra el programa Chandra. El Smithsonian Astrophysical Observatory’s Chandra X-ray Center controla las operaciones científicas desde Cambridge (Massachusetts) y las operaciones de vuelo desde Burlington (Massachusetts).

Noticia original (en inglés)

Edición: R. Castro.

El Hubble ha proporcionado una nueva ventana al universo primitivo

Los astrónomos han encontrado estrellas jóvenes que están girando en espiral hacia el centro de un cúmulo masivo de estrellas en la Pequeña Nube de Magallanes, una galaxia satélite de la Vía Láctea.

A la naturaleza le gustan las espirales, desde el remolino de un huracán hasta los discos protoplanetarios en forma de molinillo alrededor de estrellas recién nacidas, o incluso hasta los vastos reinos de las galaxias espirales de todo nuestro universo.

El brazo exterior de la espiral de este enorme vivero estelar llamado NGC 346 puede estar alimentando la formación de estrellas con un movimiento de gas y estrellas, similar al de un río. Según los investigadores, ésta es una forma eficiente de impulsar el nacimiento de estrellas.

La Pequeña Nube de Magallanes tiene una composición química más simple que la Vía Láctea, lo que la hace similar a las galaxias que se encuentran en el universo más joven, cuando los elementos más pesados eran más escasos. Debido a esto, las estrellas de la Pequeña Nube de Magallanes se calientan más y se quedan sin combustible más rápido que las de nuestra Vía Láctea.

Además de ser un representante del universo primitivo, a 200.000 años luz de distancia, la Pequeña Nube de Magallanes es también uno de nuestros vecinos galácticos más cercanos.

Saber cómo se forman las estrellas en la Pequeña Nube de Magallanes ofrece una nueva idea sobre cómo pudo suceder en la historia temprana del universo una explosión de nacimiento de estrellas, cuando estaba experimentando un “baby boom” alrededor de 2 a 3 mil millones de años después del big bang (el universo tiene ahora 13.800 millones de años).

“El archivo del Hubble es una mina de oro. El Hubble ha observado a lo largo de los años muchas regiones interesantes de formación de estrellas. Dado que el Hubble está funcionando tan bien, podemos repetir estas observaciones. Esto puede mejorar nuestra comprensión de la formación de estrellas.”

Elena Sabbi, STScI

Los nuevos resultados encuentran que el proceso de formación de estrellas allí es similar al de nuestra Vía Láctea.

Con solo 150 años luz de diámetro, NGC 346 cuenta con la masa de 50.000 soles. Su extraña forma y su rápida tasa de formación estelar han desconcertado a los astrónomos. Se necesitó el poder combinado del Telescopio Espacial Hubble de la NASA y el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral para desentrañar el comportamiento de este nido estelar.

“Las estrellas son las máquinas que esculpen el universo. No tendríamos vida sin las estrellas y, sin embargo, no entendemos completamente cómo se forman”, explicó la líder del estudio, Elena Sabbi, del Space Telescope Science Institute (Baltimore). “Tenemos varios modelos que hacen predicciones, y algunas de estas predicciones son contradictorias. Queremos determinar qué regula el proceso de formación de estrellas, porque necesitamos estas leyes para comprender también lo que vemos en el universo primitivo”.

Los investigadores determinaron el movimiento de las estrellas en NGC 346 de dos maneras diferentes. Usando el Hubble, Sabbi y su equipo midieron los cambios en las posiciones de las estrellas durante 11 años. Las estrellas en esta región se mueven a una velocidad promedio de 3.200 kilómetros por hora, lo que significa que en 11 años se mueven 320 millones de kilómetros. Esto es aproximadamente 2 veces la distancia entre el Sol y la Tierra.

Pero este cúmulo está relativamente lejos, dentro de una galaxia vecina. Esto significa que la cantidad de movimiento observado es muy pequeña y, por lo tanto, difícil de medir. Estas observaciones extraordinariamente precisas fueron posibles solo gracias a la exquisita resolución y alta sensibilidad del Hubble. Además, la historia de observaciones de tres décadas del Hubble proporciona una línea de base para que los astrónomos sigan los diminutos movimientos celestes a lo largo del tiempo.

El segundo equipo, dirigido por Peter Zeidler de AURA/STScI para la Agencia Espacial Europea, utilizó el instrumento Multi Unit Spectroscopic Explorer (MUSE) del VLT, que se encuentra en la superficie para medir la velocidad radial, que determina si un objeto se acerca o se aleja de un observador.

“Lo que fue realmente sorprendente es que usamos dos métodos completamente diferentes y básicamente llegamos a la misma conclusión “, dijo Zeidler. “Con el Hubble, puedes ver las estrellas, pero con MUSE también podemos ver el movimiento del gas en la tercera dimensión, y eso confirma la teoría de que todo gira en espiral hacia adentro”.

Pero ¿por qué una espiral?

“Una espiral es la forma buena y natural de alimentar la formación estelar desde el exterior hacia el centro del cúmulo”, explicó Zeidler. “Es la forma más eficiente en la que las estrellas y el gas que alimentan más formación estelar pueden moverse hacia el centro”.

La mitad de los datos del Hubble para este estudio de NGC 346 son de archivo. Las primeras observaciones se realizaron hace 11 años. Se repitieron recientemente para detectar el movimiento de las estrellas a lo largo del tiempo. Dada la longevidad del telescopio, el archivo de datos del Hubble contiene ya más de 32 años de datos astronómicos que impulsan estudios a largo plazo sin precedentes.

Los descubrimientos de los equipos se exponen en The Astrophysical Journal.

Las observaciones con el Telescopio Espacial James Webb de la NASA serán capaces de identificar estrellas de menor masa en el cúmulo, brindando una visión más holística de la región. Durante la vida útil del Webb, los astrónomos podrán repetir este experimento y medir el movimiento de las estrellas de baja masa. Luego podrán comparar las estrellas de gran masa y las estrellas de baja masa para finalmente aprender el alcance total de la dinámica de este vivero.

Créditos: Goddard Space Flight Center de la NASA; productor principal: Paul Morris.

El Telescopio Espacial Hubble es un proyecto de cooperación internacional entre la NASA y la ESA. El Goddard Space Flight Center de la NASA, en Greenbelt (Maryland), administra el telescopio. El Space Telescope Science Institute (STScI), en Baltimore, lleva a cabo las operaciones científicas del Hubble. El STScI es operado para la NASA por la Association of Universities for Research in Astronomy, en Washington, D.C.

Noticia original (en inglés)

Edición: R. Castro.

La NASA actualiza las fechas para el lanzamiento y para la prueba de demostración criogénica de Artemis I

La NASA ha actualizado las fechas previstas para la realización de la prueba criogénica y para las próximas opciones de lanzamiento de Artemis I, la primera prueba de vuelo del cohete Space Launch System y la nave espacial Orion más allá de la Luna.

La agencia realizará la prueba criogénica no antes del miércoles 21 de septiembre, y actualizó la solicitud de opción de lanzamiento al 27 de septiembre, con una posibilidad añadida pendiente para el 2 de octubre.

Esta actualización en las fechas representa una consideración cuidadosa de múltiples temas logísticos, como el hecho de tener más tiempo para prepararse para la prueba de demostración criogénica y, posteriormente, más tiempo para prepararse para el lanzamiento. Las fechas permiten también a los gerentes asegurarse de que los equipos descansen lo suficiente y repongan los suministros de propulsores criogénicos.

Además, la NASA y SpaceX continúan con el plan de lanzamiento de la misión Crew-5 de la agencia (a la Estación Espacial Internacional) para el lunes 3 de octubre, no antes de las 12:45 p.m. EDT. Los equipos están trabajando en el lanzamiento de la tripulación a la ISS paralelamente con la planificación de Artemis I; ambos cronogramas de lanzamiento continuarán siendo evaluados en las próximas semanas. La NASA y SpaceX revisarán los hitos de procesamiento previos al lanzamiento de Artemis I y de la Crew-5 para analizar cualquier impacto potencial que pudiera surgir. El regreso a tierra de la Crew-4 sigue planeándose después de realizar un breve traspaso con la Crew-5 en la estación espacial.

Durante el fin de semana, los equipos de Artemis I completaron la reparación en la zona de la fuga de hidrógeno, reconectando las placas del lado y del suelo del cohete de la desconexión rápida en la línea de alimentación de hidrógeno líquido donde se reemplazaron dos juntas la semana pasada. Esta semana, los equipos realizarán pruebas en condiciones ambientales para garantizar que haya una unión correcta entre las dos placas antes de volver a realizar pruebas con los tanques criogénicos y comenzar con los preparativos. Durante la prueba, los controladores de lanzamiento cargarán oxígeno líquido superfrío e hidrógeno líquido en la etapa central y en la etapa intermedia de propulsión criogénica del cohete SLS. La prueba confirmará que se ha reparado la fuga de hidrógeno, evaluará los procedimientos de carga del propulsor (diseñados para reducir el estrés térmico y relacionados con la presión en el sistema), realizará una prueba de purga de arranque rápido y evaluará los procedimientos previos de presurización.

Las posibles oportunidades de lanzamiento son las siguientes:

  • el 27 de septiembre: se abre la ventana de lanzamiento de 70 minutos a las 11:37 a. m. EDT, cuyo aterrizaje de vuelta sería el 5 de noviembre,
  • En revisión: el 2 de octubre, donde la ventana de lanzamiento de 109 minutos comenzaría a las 2:52 p. m. EDT y aterrizaría el 11 de noviembre.

Noticia original (en inglés)

Edición: R. Castro.