La NASA ha seleccionado dos nuevos conjuntos de instrumentos científicos. Uno de ellos, por primera vez, estudiará las misteriosas colinas Gruithuisen.
Estos instrumentos son fruto de la segunda selección de la convocatoria Payloads and Research Investigations on the Surface of the Moon (PRISM) de la agencia espacial norteamericana. Ambos instrumentos se transportarán a la superficie lunar en futuros vuelos a través de los Commercial Lunar Payload Services (CLPS) de la NASA.
“Los dos estudios seleccionados abordarán cuestiones científicas importantes relacionadas con la Luna”, dijo Joel Kearns, administrador adjunto de exploración de la Science Mission Directorate de la NASA. “El primero estudiará los procesos geológicos de los primeros cuerpos planetarios que se conserven en la Luna, investigando una forma rara de vulcanismo lunar. El segundo estudiará los efectos del entorno de baja gravedad y radiación de la Luna en la levadura, un organismo utilizado para comprender la respuesta y reparación del daño del ADN”.
El Lunar Vulkan Imaging and Spectroscopy Explorer (Lunar-VISE) consta de un conjunto de cinco instrumentos, dos de los cuales se montarán en un módulo de aterrizaje estacionario y tres se montarán en un rover móvil que proporcionará el proveedor de los CLPS.
En el transcurso de 10 días terrestres (un día lunar), el Lunar-VISE explorará la cima de una de las colinas de Gruithuisen. Se sospecha que estas colinas se formaron por un magma pegajoso rico en sílice, de composición similar al granito. En la Tierra, las formaciones como estas necesitan océanos de agua líquida y placas tectónicas para formarse, pero sin estos ingredientes en la Luna, los científicos se preguntan cómo se formaron y evolucionaron estas colinas con el tiempo.
Al analizar el regolito lunar en la parte superior de una de estas cúpulas, los datos recopilados y enviados por los instrumentos del Lunar-VISE ayudarán a los científicos a responder preguntas fundamentales sobre cómo surgieron estas formaciones. Los datos también contribuirán a futuras misiones robóticas y humanas a la Luna. La Dra. Kerri Donaldson Hanna, de la Universidad de Florida Central, dirigirá este paquete de instrumentos.
El segundo estudio seleccionado, el paquete científico Lunar Explorer Instrument for space biology Applications (LEIA), es un pequeño dispositivo fundamentado en la tecnología CubeSat. LEIA proporcionará investigación biológica en la Luna, que no se puede simular ni replicar con alta fidelidad en la Tierra o la Estación Espacial Internacional, mediante el envío de la levadura Saccharomyces cerevisiae a la superficie lunar y el estudio de su respuesta a la radiación y la gravedad lunar. S. cerevisiae es un modelo importante para la biología humana, especialmente en las áreas de la genética, los procesos de división y replicación celular y molecular, y la respuesta al daño del ADN a factores ambientales como la radiación. Los datos obtenidos por el LEIA, junto con los datos dispnibles de otros estudios biológicos, ayudarán a los científicos a responder una pregunta formulada desde hace décadas sobre cómo la combinación de la gravedad parcial y la radiación real del espacio profundo influyen en los procesos biológicos. El Dr. Andrew Settles, del Ames Research Center de la NASA en Silicon Valley, California, dirigirá la el LEIA.
Con estas innovaciones, la NASA trabajará con la oficina del CLPS en el Johnson Space Center de la agencia, en Houston, para transportar estos conjuntos de instrumentos a la Luna durante el 2026.
La agencia también ha seleccionado dos científicos de proyectos para coordinar las actividades de los instrumentos seleccionados, incluido la selección del lugar de aterrizaje, el desarrollo de las operaciones y el archivo de datos científicos que se adquirirán durante las operaciones en la superficie. El Dr. John Karcz del Ames Research Center de la NASA, en California, coordinará el transporte del Lunar-VISE a las cimas Gruithuisen, y la Dra. Cindy Young del Langley Research Center de la NASA en Hampton, Virginia, coordinará el transporte del LEIA.
Los CLPS son una parte clave de los planes de exploración lunar Artemis de la NASA. Las cargas útiles de ciencia y tecnología enviadas a la superficie de la Luna ayudarán a sentar las bases para las misiones humanas en la Luna y sus alrededores. La agencia ha otorgado siete asignaciones a los proveedores de los CLPS para llevarlos a la luna a principios de la década de 2020 y se esperan más asignaciones de entrega hasta 2028.
Edición: R. Castro.