El mes pasado, la NASA, FEMA, el United States Space Command y otras agencias federales, estatales y locales, se reunieron para celebrarla cuarta iteración del Planetary Defense Interagency Tabletop Exercise, en el que se informa y evalúa la capacidad de Estados Unidos para responder de manera eficaz, en el supuesto de que un asteroide potencialmente peligroso pudiese impactar a la Tierra. Si bien no se prevén amenazas de impacto de asteroides para nuestro planeta en el futuro previsible, este ejercicio, patrocinado por la NASA y FEMA y organizado por el Johns Hopkins Applied Physics Laboratory (APL) en Laurel, Maryland, se centró en el tipo de coordinación requerida entre el gobierno federal y estatal para responder a tal amenaza en caso de que alguna vez se descubriera.
Los ejercicios de esta naturaleza son una de las muchas actividades que el gobierno lleva a cabo regularmente, así como actividades relacionadas con posibles desastres naturales, con el objetivo de garantizar la preparación de Estados Unidos ante cualquier acontecimiento.
Estas reuniones se realizan para abordar las actividades solicitadas por el National Near-Earth Object Preparedness Strategy and Action Plan, que describe la estrategia de la nación para abordar el peligro que representan los objetos cercanos a la Tierra (NEO).
“Si bien la NASA ha liderado y participado previamente en escenarios de simulación de impacto de asteroides, en este ejercicio en concreto ha sido la primera vez en estudiar una simulación al detalle de este tipo de desastre, evaluando el escenario desde el descubrimiento de la amenaza de impacto de asteroides, hasta los efectos secundarios de ese hipotético impacto con la Tierra”, dijo Lindley Johnson, oficial de defensa planetaria en la sede de la NASA. “El impacto de un asteroide en nuestro planeta es potencialmente el único desastre natural que la humanidad es capaz de predecir y prevenir con precisión. La realización de ejercicios de esta naturaleza, permite a las partes implicadas del gobierno identificar y resolver posibles contratiempos antes de que se necesiten ejecutar acciones en el momento para responder ante una amenaza real de impacto de asteroide”.
En el transcurso de dos días, varios funcionarios de la agencia del gobierno de E.E.U.U. trabajaron en un escenario (hipotético) con todo lujo de detalles, en el que los astrónomos “descubren” un asteroide simulado, denominado 2022 TTX, con una probabilidad de impactar la Tierra seis meses después de su descubrimiento. A medida que se reveló más información a los participantes del ejercicio mediante una serie de módulos, quedó claro que el asteroide (simulado), suficientemente grande como para causar daños regionales sustanciales, impactaría contra la Tierra cerca de Winston-Salem, Carolina del Norte. Los detalles específicos del asteroide, como su tamaño y, por lo tanto, su energía de impacto y el daño detallado que causaría, permanecieron muy inciertos hasta solo unos días antes del impacto del asteroide. Se reprodujo cómo esta información podría desarrollarse en el mundo real teniendo en cuenta las limitaciones de las capacidades actuales, como la tecnología de radar terrestre, que requiere que un objeto esté dentro de una proximidad relativamente cercana a la Tierra para que las instalaciones actuales puedan obtener imágenes y realizar análisis. Por lo tanto, los participantes del ejercicio se mantuvieron en estrecha coordinación entre los niveles de gobierno federal y estatal para garantizar que todas las partes interesadas supieran cómo y dónde acceder a la información a medida que iba estando disponible para los expertos en defensa planetaria.
“FEMA es una agencia de ‘todo riesgo’ y responde a todos los desastres y emergencias nacionales, por lo que cuando se hizo evidente que este asteroide simulado impactaría en algún lugar dentro de Estados Unidos, requirió este nivel de coordinación entre agencias”, dijo Leviticus “L.A.” Lewis, delegado de FEMA en la Planetary Defense Coordination Office, en la sede de la NASA. “Este cuarto ejercicio de simulación interinstitucional sobre el impacto de un asteroide brindó un foro para que los funcionarios del gobierno federal y local trabajaran en cómo sería una amenaza inminente de impacto de un asteroide para los Estados Unidos, con las personas reales que se necesitarían para tales discusiones dado este tipo de escenario de impacto.”
La finalización de este ejercicio interinstitucional de impacto de asteroides marca otro hito importante en el empeño de la agencia por la defensa planetaria, que continúa su desarrollo. A finales de este año, la misión Double Asteroid Redirection Test (DART) de la NASA, será la primera del mundo en demostrar la tecnología disponible actualmente para defender la Tierra contra posibles impactos de asteroides. DART, que actualmente se dirige a un asteroide conocido que no representa una amenaza para la Tierra, impactará de lleno en la luna del asteroide para cambiar su movimiento en el espacio, de modo que esa variación pueda medirse con precisión utilizando telescopios terrestres. DART está diseñado para validar modelos informáticos de desviación de asteroides y demostrar la desviación mediante un impacto cinético como un método viable para responder a una futura amenaza de asteroides. Sin embargo, para que una tecnología como DART sea viable, es imperativo que se descubra una amenaza de impacto con suficiente tiempo de antelación, con muchos años o una década de anticipación.
El desarrollo de la misión Near-Earth Object Surveyor (NEO Surveyor) de la agencia continúa, que será un telescopio espacial infrarrojo diseñado específicamente para acelerar la capacidad de la agencia para descubrir y caracterizar la mayoría de los NEO potencialmente peligrosos, incluidos aquellos que pueden acercarse a la Tierra en el cielo diurno.
Actualmente se está trabajando en un informe de este ejercicio concreto y se espera que se publique a finales de este año.
Johns Hopkins APL administra la misión DART para el PDCO de la NASA como un proyecto de la Planetary Missions Program Office (PMPO) de la agencia. NEO Surveyor está siendo desarrollado por el Jet Propulsion Laboratory de la NASA en el sur de California, en equipo con la Universidad de Arizona y administrado por el PMPO de la NASA con la supervisión del programa por parte del PDCO. La NASA estableció el PDCO en 2016 para administrar los continuos avances de la agencia en Defensa Planetaria.
Edición: R. Castro.